Después de todo, el “cinturón de paz” que instrumentó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, funcionó y fue muy útil durante la marcha para conmemorar el 02 de octubre de 1968.
Aún y cuando la oposición había cuestionado abiertamente el sentido del operativo, en lo hechos, quedó claro que la iniciativa ayudó inhibir las conductas violentas de infiltrados y grupos radicales.
La marcha logró una gran convocatoria y al margen de algunos pequeñas provocaciones transcurrió en orden y con respeto.
Quedó claro el sentido de respeto de los actuales gobiernos de la 4T a la memoria histórica que representa el 68 y la solidaridad que mantienen con el movimiento estudiantil.
Se acabó la época de los gobiernos represores, ese parece ser el mensaje final de la jornada de hoy.