Existen graves riesgos de que la conmemoración del 02 de octubre en la Ciudad de México sea aprovechada por grupos radicales y por la oposición para generar una sensación de ingobernabilidad; esto con una clara finalidad política: debilitar la imagen y el gobierno de Claudia Sheinbaum.
La estrategia que hay detrás de los supuestos grupos “anarquistas” es muy clara. Generar desorden y caos, cuando menos en apariencia, para después difundirlo a través de medios tradicionales y redes sociales.
Los operativos de ataque contra la jefa de gobierno han sido claramente identificados y tienen una lógica muy simple. Influencers, comentaristas que tienen la encomienda de atacar a la 4T, y sobre todo, un ejercito de trolls, impulsan de forma coyuntural el HT #RenunciaClaudiaSheinbaum, con el fin de difundir una imagen de rechazo y desaprobación de los capitalinos hacia la jefa de gobierno.
Sin embargo, el riesgo mayor de esta estrategia no está en sus efectos en las redes sociales y los medios de comunicación, sino en que se propicien y alienten enfrentamientos entre manifestantes, ciudadanos y estos grupos de choque “anarquistas”. De esta forma, la voracidad política y la irresponsabilidad de la oposición y de estos segmentos radicales se está manifestando de manera más clara en cada acto público que se celebra en la capital.
El mayor riesgo, y donde hay que poner más atención, es en los planteles educativos de la UNAM, particularmente en el CCH Azcapotzalco y la Preparatoria 2, donde se han estado organizando asambleas previas a la marcha del día de mañana y donde se prevé puedan existir riesgos de violencia.