Una de las obsesiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde que llegó al gobierno, es el aumento de salarios de las clase trabajadora, como parte del paquete de decisiones que pretende impulsar para disminuir la brutal desigualdad que existe en nuestro país.
El salario mínimo en México ha perdido su poder adquisitivo en los últimos 30 años y esto ha propiciado que la clase trabajadora tenga que optar por la informalidad o, en el peor de los casos, por actividades ilícitas que representan mayores ingresos.
Hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que México tiene un rezago en salarios, no solo con los índices de años anteriores sino en comparación con otros países de Latinoamérica, pese al reciente incremento.
De gira por Campeche, admitió que es necesario mejorar las remuneraciones para dejar de tener percepciones inferiores a las de potencias como China.
Prometió que el salario mínimo aumentará gradualmente durante su sexenio.