En redes sociales se difundió un video en el que un joven expone su experiencia durante su visita a un club de playa ubicado en Cancún. La grabación generó indignación y se volvió viral rápidamente, pues exhibió los malos tratos que reciben algunos turistas.

A través de la cuenta @carlosdruckerg de TikTok, se compartió el video que causó indignación, pues exhibió cómo una mesera exige un 35% o 40% de propina, pero cuando el joven se niega a dárselo ella le lanza insultos clasistas y racistas, demostrando cómo la gentrificación puede llegar a límites increíbles.

Aunque el usuario no especificó de que lugar se trataba, ni muestra la cara de la mesera, sí se escucha claramente su voz con la cual le explica al joven el desglose de su cuenta, pues él asegura que le está «cobrando de más». Pero todo da un giro cuando la empleada afirma que la propina para ella es del 35% o 40%, según lo considere el cliente.

Tras la explicación de la mesera, el joven muestra su sorpresa ante tal declaración y le afirma que sólo está dispuesto a dejar el 15% ya que es lo que está acostumbrado a hacer sin importar el lugar en donde se encuentre. Esto parece molestar de sobremanera a la empleada, quien deja ver su clasismo con comentarios bastante hirientes y que se basan en la apariencia del hombre.

Estamos en la playa […] Sí es mínimo el 35%, ¿nunca había salido de su pueblo? […] Si no tenía para pagar propina pues no hubiera salido. Ya sabía yo que debía haber agarrado la otra mesa […] Con esas fachas, aquí todos vienen con cosas de marca y luego luego se ve que eso es bien fake», dice la mesera refiriéndose al aspecto del joven.

Pese a esto, el joven en todo momento mantiene una actitud tranquila, por lo que se mantiene firme en que sólo dejará el 15% de propina, pero la mesera se empeña en hacer comentarios sobre su ropa y hasta su color de piel, afirmando que las personas extranjeras dejan «mejores propinas».

Aquí viene gente de dinero […] No ya, esta es la última vez que atiendo a una persona así… de tu raza, pura güerita voy a atender […] Se ve que hasta yo gano más que tú y yo cuando salgo aquí dejo el 35% de propina, dice la mesera.

Carlos le señala que su sueldo debería estar garantizado por la persona que la contrató, pero ella contesta que los ingresos que obtiene son a través de las propinas y expresa: «si usted no tiene para gastar en propina, quédese en su casa. No salga de su pueblo si no tiene para pagar propinas», causando indignación de usuarios de redes sociales.

Sin embargo, la situación no termina ahí, pues la empleada amenaza a Carlos con llamar a seguridad para que lo «regresen a su pueblo»

«Ahorita mismo vengo con alguien que te saque de aquí y te regrese a tu pueblo […] Si no vas a pagar los 35%-40% de propina para que te regrese al pueblo de donde saliste porque con esas fachas saliste de un pueblo», dijo la mesera.

Es importante mencionar que en México, no existe ninguna ley que obligue a dejar propina, por lo que ésta es una práctica voluntaria y depende totalmente del cliente y si un restaurante la incluye en la cuenta sin avisar, el consumidor puede pedir que se retire.

La Ley Federal del Trabajo, en su Artículo 346, establece que las propinas son parte del salario de los trabajadores en restaurantes, hoteles, bares y negocios similares, por eso el dinero de las propinas pertenece a los empleados, no al patrón.

Señala también, que el patrón no puede quedarse con parte de las propinas, ni usarlas para pagar sueldos o gastos del negocio, pues los trabajadores pueden acordar entre ellos cómo repartirlas.

Al respecto, la PROFECO también ha aclarado que la propina es voluntaria y aunque los establecimientos pueden sugerir un monto o porcentaje, no pueden imponerlo sin el consentimiento del cliente.