El factor Villanueva en Jalisco, rumbo al 2027

OPINIÓN

El factor Villanueva en Jalisco, rumbo al 2027

El factor Villanueva en Jalisco, rumbo al 2027ZMG /Viernes, 21 de febrero del 2025


Mtro. Juan Luis H. González 


En política no hay coincidencias, hay intenciones, y la formalización de la invitación de la presidenta Claudia Sheinbaum al rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, para incorporarse al gobierno federal como subsecretario de educación superior, implica no sólo su arribo al gobierno federal sino también su inclusión en el juego sucesorio del 2027. La noticia movió opiniones, intenciones y emociones entre la clase política de nuestro estado. Y no es para menos. 

Los primeros afectados de esta decisión serán, sin duda, los grupos morenistas locales. Su naturaleza caótica y desorganizada –fiel reflejo de algunos de sus “liderazgos”– los ha mantenido ocupados en la pelea del territorio y las posiciones, olvidándose de construir una alternativa electoral seria para las y los jaliscienses. Esto y el pésimo tino para designar candidatos en la más reciente elección los colocó, de nueva cuenta, en clara desventaja frente a Movimiento Ciudadano, que acabó llevándose la gubernatura y las principales alcaldías del área metropolitana de Guadalajara. 

Sin embargo, la incursión de Villanueva en la esfera de la 4T podría cambiar este escenario de forma radical, desplazando a la tribus locales y abriendo la posibilidad de una reconfiguración efectiva que coloque al partido de la presidenta en condiciones de ganar los espacios gubernamentales y de representación más importantes de Jalisco. 

En la elección del 2024 quedó claro que lo único que le hace falta a Morena en Jalisco es un perfil conocido, sin negativos y que no le reste a la marca. Ricardo Villanueva podría ser, sin muchas dificultades, esa figura. Con su experiencia como servidor público y como rector de la máxima casa de estudios en el occidente del país, podría erigirse como un puente con la ciudadanía y como el referente que Morena necesita y busca para ganar cohesión y enfoque estratégico de cara al 2027.

Por otra parte, la incorporación de Villanueva a las filas del gobierno de Sheinbaum, también representa un aviso importante para Movimiento Ciudadano. El gobernador, Pablo Lemus, ha dado claras muestras de querer llevar la fiesta en paz con el gobierno federal y de no replicar la actitud de confrontación que mantuvo su antecesor, Enrique Alfaro. Al contrario, parecería que Lemus está más preocupado por consolidar sus (aún) endebles puentes con Sheinbaum que por levantar la bandera de MC y defender con uñas y dientes la trinchera. Este cambio de actitud, si se mantiene, jugará a favor de las y los candidatos de Morena en el 2027. 

Sumado a lo anterior, es una realidad que Villanueva aprovechó el noble escaparate que ofrece la Universidad de Guadalajara. Consolidó lazos con los diferentes sectores sociales, empresariales, académicos, culturales y políticos del estado, incluidos buena parte de las y los actores de MC. Una vez terminada la confrontación con el gobierno de Alfaro tras la muerte de Raúl Padilla, Villanueva supo posicionarse como un mediador con capacidad para facilitar el diálogo en el estado. 

Por último, y mirando hacia el futuro, desde la subsecretaría de educación superior y con capacidad de influencia al interior de la Universidad de Guadalajara, Villanueva tendría puestas todas las condiciones para jugar una alcadía en el 2027 y para tomar el control de Morena Jalisco, con el visto bueno de la presidenta de la república.  

Así, la incursión de Ricardo Villanueva en la política nacional, apoyado por la mano de Claudia Sheinbaum y Mario Delgado, no es sólo un tema de gobierno, sino una maniobra política calculada con el objetivo de arrebatarle a MC su bastión. En el tablero político de Jalisco, las fichas están en movimiento y las apuestas son elevadas. Sólo el tiempo dirá si Villanueva  representará un nueva etapa para Morena en Jalisco.