Por otra parte, de manera involuntaria Calderón, apodado el borrachón, alude la peor época de violencia criminal y su responsabilidad

Para ello, basta recordar la crónica de Claudia Ramírez, en Infobae, sobre algunos de los hechos sangrientos de Calderón.

Misma que se cita, para que no haya olvido.

Así, el 10 de diciembre de 2006, sólo 9 días después de haber tomado posesión Felipe Calderón ordenó el despliegue de 6,500 elementos del Ejército en la Tierra Caliente.

Esto, en lo que se denominó “Operativo conjunto Michoacán” que tendrían el objetivo de combatir al crimen organizado en la entidad “por cielo, mar y tierra”.

Y es que Michoacán, tierra natal del entonces presidente, era azotada por el Cártel de la Familia Michoacana.

El cual ya había dado muestras de su sanguinario y cruel poderío al arrojar cinco cabezas humanas en la pista de un centro nocturno, en septiembre de 2006.

También se implementaron operativos militares en Chihuahua y Baja California.

Así, «Calderón le había declarado “la guerra” al narcotráfico», narra la periodista.

Al siguiente mes, en enero de 2007, Felipe Calderón visitó la 43 Zona Militar ubicada en Apatzingán enfundado en un traje militar y le pidió a los soldados seguir en la batalla contra los criminales.

Violencia

-«La estrategia de Calderón, sumió al país es una espiral de violencia inimaginable desde la época de la Revolución», indica.

A lo largo de su sexenio, «Calderón continuó el despliegue de militares como parte de su lucha contra el narco en más estados».

Asimismo, en los seis años de su Gobierno el país se llenó de sangre al registrarse 102,859 homicidios y 22,112 desaparecidos.

Esto, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED).

Aunque fue un sexenio envuelto en la violencia de principio a fin, hubo algunos casos que marcaron la presidencia de Felipe Calderón.

El asesinato en Villas de Sálvarcar

Y es que el 31 de enero de 2010, un comando armado asesinó a 17 jóvenes que celebraban una fiesta en Villas de Sálvarcar, en Ciudad Juárez Chihuahua.

Así, sin una averiguación de por medio, Calderón acusó a las víctimas de ser pandilleros, pero después se dio a conocer que se trataba de estudiantes.

Por otra parte, el 11 de febrero, la madre de dos de los jóvenes asesinados lo increpó y le exigió que se retractara, lo cual se vio obligado a hacer.

Asimismo señala que por el asesinato detuvieron a cuatro sujetos, quienes fueron encontrados culpables del multihomicidio.

Sin embargo, sobrevivientes de la masacre aseguraron que el comando estaba integrado por alrededor de 20 hombres.

Posteriormente tras estos hechos, Calderón puso en marcha en febrero de 2010 el plan “Todos Somos Juárez”.

Lo anterior, para erradicar la violencia de raíz y al que destinó 3,383 millones de pesos (unos 277 millones de dólares).

Acciones

Por otra parte la periodista destaca que el programa estableció 160 acciones en los temas de economía, empleo, salud, educación, desarrollo social y seguridad.

Mismas que serían completadas en un máximo de 100 días y dirigidas a reconstruir el tejido social y la convivencia de los residentes de esta ciudad insegura.

Sin embargo, de acuerdo con Seguridad Pública (SESNSP) a agosto de 2019, Chihuahua ocupó el tercer lugar en el número de homicidios dolosos.

Esto, sólo por detrás de Colima y Baja California, al tener una tasa de con 37.74 casos.

Estudiantes

Además cita el caso emblemático, en marzo del 2010, de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey.

Mismos que fueron asesinados por elementos del Ejército mexicano a unos pasos del campus en el estado de Nuevo León.

Asimismo, recuerda que luego los militares alteraron la escena, pusieron armas a los cuerpos de los jóvenes.

Incluso, los acusaron de ser parte de un grupo armado con el que se habían enfrentado minutos antes. Dijeron que los jóvenes iban “armados hasta los dientes”.

Desde luego Calderón, apoyó la versión de los militares.

Sin embargo, después, se reveló que ambos jóvenes eran estudiantes de excelencia en esa institución, pero fue hasta marzo de 2019 que el gobierno mexicano ofreció una disculpa pública por lo ocurrido.

Desde luego ningún militar fue procesado por sus crímenes.

San Fernando

Por otra parte, el 24 de agosto de 2010, México y el mundo se horrorizaron con el hallazgo de 72 cadáveres de migrantes centroamericanos en una bodega en San Fernando, Tamaulipas.

Incluso relata que el lugar fue encontrado gracias a un migrante herido que logró escapar, pero que después murió en el hospital. Otro más logró sobrevivir.

Esta masacre fue cometida por los Zetas, pero los familiares de las víctimas sufrieron un calvario para recuperar los restos de sus seres queridos.

Incluso algunos denunciaron que estaban siendo obligados a aceptar restos sin identificar.

Además, acusaron a la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) de no tomar en cuenta a los familiares de las víctimas.

Casino Royale

Por otra parte, el 25 de agosto de 2011, un atentado al casino Royale, en Monterrey, Nuevo León, ocasionó la muerte de 52 personas, entre ellas adultos mayores y hasta mujeres embarazadas.

Ese día, sicarios de Los Zetas, uno de los cárteles más sanguinarios del país, llegó a reclamar el cobro de piso, pero al no obtener respuesta de los dueños, atacaron con bombas molotov y bidones de gasolina el Casino que en ese momento se encontraba lleno de gente.

El atentado fue catalogado como el peor ataque en la historia reciente en México.

Por los hechos fueron detenidas 18 personas, de las cuáles una falleció en el interior del penal del Topo Chico, pero sólo cuatro han sido sentenciadas con penas que van de los 75 a los 100 años de prisión.

En 2019, a 8 años de distancia, ningún ex funcionario había sido procesado; precisa la reportera.

Y, Calderón presume que no es igual a AMLO, tiene razón: Gracias a Dios.

Con información de Regeneración.