Por lo que, este hecho forma parte de las fracasadas promesas de Calderón, y de las cuales los usuarios en redes sociales aprovechan para mofarse y cuestionar la ineptitud del expresidente.

 En el 2008, el expresidente Felipe Calderón anunció que se edificaría una refinería, pero en 2014 en el sexenio de EPN se dio a conocer la cancelación de ese proyecto después de que se habían invertido 9 mil millones de pesos y sólo se edificó una barda perimetral.

Dicho esto, la refinería Bicentenario apareció en Google Maps renombrada como “Refinería Borolas” haciendo mofa al apodo que usan para referirse a la apariencia de Felipe Calderón y por su fracasada promesa en la que se “desapareció” miles de millones de pesos.

Cabe mencionar que el año pasado el presidente López Obrador ha aprovechado para destacar que la refinería Dos Bocas que se construye en Paraíso, Tabasco, ya superó el trabajo realizado en Tula, Hidalgo, en el sexenio de Felipe Calderón. En menos tiempo y con muchísimos más avances.

Refinería Bicentenario: El proyecto que Calderón impulsó, Peña canceló y AMLO enterró:

El Plan de Nación de Andrés Manuel López Obrador publicado en diciembre de 2017, cuando aún era precandidato a la presidencia de México, incluía la recuperación de la refinería Bicentenario en Tula, Hidalgo. Sin embargo, desde la elección presidencial sus ojos solo se han centrado en la nueva refinería de Tabasco, que se ubicará en el puerto Dos Bocas.

La refinería Bicentenario fue un proyecto impulsado por la administración de Felipe Calderón y cancelado en 2014 por Enrique Peña Nieto para modernizar una ya existente en Hidalgo. Hasta la fecha el terreno continúa únicamente con la barda que señala los límites de sus 700 hectáreas.

En julio de 2018 la futura titular de Petróleos Mexicanos, Rocío Nahle, dio a conocer que una de las dos refinerías prometidas por Andrés Manuel López Obrador se construiría en el puerto Dos Bocas, Tabasco y la segunda se plantearía para Atasta, Campeche.

No obstante, entre las líneas de acción para la disminuir la dependencia energética descritas en el Plan de Nación 2018-2024, el equipo de AMLO aseguró “recuperar el proyecto de la Refinería Bicentenario en Tula, y analizar la construcción de otra refinería similar en el Golfo de México”.

Sobre la planta Bicentenario, Rocío Nahle solo ha comentado que es la peor opción para una refinería, por los altos costos que generaría retirar la producción de sólidos vía terrestre.

 La cancelación del proyecto en 2014 derivó, entre otras cosas, en la terminación anticipada de tres contratos por un monto de 162.9 millones de pesos, de acuerdo con un informe especial de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Adicionalmente, el estado de Hidalgo adquirió en 2009 una deuda a 14 años por mil 500 millones de pesos que utilizó para comprar el terreno de 700 hectáreas, mismo que fue donado a Pemex Refinación.  En 2012 el estado tuvo que contratar un crédito de mil 471 millones de pesos para reestructurar la primera deuda.

Una vez cancelado el proyecto, Pemex se comprometió en mayo de 2016 a pagar 2 mil 63 millones de pesos a Hidalgo por concepto de la compra del terreno, más intereses, en 130 pagos mensuales.

La barda que permanece como símbolo de la refinería que nunca fue, tuvo un costo de mil 388 millones de pesos, según los informes de la ASF. Pemex y el estado de Hidalgo nunca determinaron el futuro del terreno, mismo que, a la luz de los planes de la nueva administración, continuará abandonado.

Con información de Cuidad Virtual.