Redacción
Un bebé de seis meses murió
mientras era bautizado en un ritual de la iglesia ortodoxa. Razón por la cual
las redes sociales se volaron en contra y exigen cancelar este tipo de
eventosl, según reportó la AFP.
La muerte del recién nacido
por esta práctica es una gran tragedia. Este riesgo hay que descartarlo para
que triunfe la alegría del bautismo", escriben los promotores de la
petición en línea que ya acumula 56 mil firmas.
El bebé perdió la vida en un
hospital del lunes, luego de su bautismo en una iglesia Suceava (Noroeste).
Dentro del ritual ortodoxo, el pequeño fue sumergido tres veces en agua bendita
pese a que no dejaba de llorar.
El infante sufrió un paro
cardíaco y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, pero murió unas
horas después.
Su autopsia reveló una
presencia de "líquido" en sus pulmones y la fiscalía abrió una
investigación contra el sacerdote que ofició el bautismo y es acusado por
homicidio.
Por las críticas, el portavoz
de la Iglesia Ortodoxa Vasile Banescu dijo que los sacerdotes podrían derramar
agua en la frente del bebé para evitar este tipo de tragedias.
En tanto,el arzobispo
Teodisia, líder del ala dura dentro de la Iglesia, afirmó que "el ritual
no cambiará".
"No nos dejaremos
intimidar", sentenció.
Con información de El
Imparcial
#VIDEO Sacerdote bautiza violentamente a bebé en Rumania.
— Antena Noticias (@antenanoticias) November 2, 2017
-El bautismo ortodoxo requiere que los bebés sean sumergidos tres veces en agua bendita de la cabeza a los pies. https://t.co/5ZLWmG7o5Y pic.twitter.com/qxHf9pMqWk
Muere
niño tras celebrar cumpleaños
J. J. Boatman, un niño de
nueve años que recién había celebrado su cumpleaños en Vernon (a unos 300
kilómetros al norte de Dallas) murió por complicaciones de covid-19, pocas
horas después de haber presentado los primeros síntomas.
“Era un niño lleno de
energía”, explicó su tía Annette Cliver a la cadena local KFDX. Pero, de manera
súbita, cayó enfermo. “Por un momento estaba bien y al siguiente se despertó y
ya no se sentía bien”.
La salud de J. J. se vino
abajo en cuestión de horas. Para la noche del domingo, estaba bien, según
explicó su padre a la cadena WFAA. La mañana siguiente, el lunes, comenzó a
tener serios problemas para respirar.
La familia lo trasladó de
emergencia al hospital más cercano ese mismo lunes y de ahí fue llevado en
avión al centro médico Cook Children’s, en el área metropolitana de Dallas.
Los padres del niño condujeron
por coche mientras su hijo era trasladado por aire. “Ese viaje fue una
pesadilla. El más largo de mi vida”, explicó su padre Jason. Al llegar, los
médicos les explicaron que los pulmones de J. J. estaban llenos de líquido y su
cerebro se había hinchado por la falta de oxígeno. Murió ese mismo martes.
Casi 2.7 millones de niños en
Estados Unidos han sido diagnosticados con covid-19 desde el inicio de la
pandemia, en marzo pasado, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics
(AAP). En las últimas dos semanas, se han registrado 377,000 nuevos casos entre
niños, un aumento de un 16%.
Con información de Univisión