Estas épocas de celebración no escapan de hechos trágicos. Un terrible ejemplo de ello es el caso de un bebé que fue arrojado al horno por sus abuelos.
Todo indica que el pequeño se quedó con ellos mientras sus padres hacían otras cosas. Sin embargo, la escena se tornó gris cuando comenzaron a beber y perdieron el juicio.
El bebé que fue arrojado al horno tenía solo 2 años, por lo que es difícil que se pueda controlar.
Debido a ello, comenzó a llorar, lo que molestó a sus familiares. Estos se enojaron porque no se calmaba e hicieron lo peor.
Los sujetos perdieron el control y estrangularon al pequeño, llamado Dima, y posteriormente, lo lanzaron al horno.
Los padres del bebé que fue arrojado al horno quedaron devastados tras encontrar el cuerpo del pequeño Dima.
Fue lanzado a la nieve sin remordimiento alguno, en una temperatura de -20 grados centígrados.
El terrible crimen del bebé que fue arrojado al horno sucedió en Kemerovo, Rusia. Ahora está siendo investigado por las autoridades correspondientes.
Los responsables del crimen del bebé que fue arrojado al horno fueron detenidos
La otra abuela del pequeño de 2 años publicó un mensaje tras la horrible pérdida, según un comunicado difundido por el comité de investigación.
En él se lamentaba por no haber podido hacer nada por su nietecito:
“”Nuestro pobre bebé, ¿cómo no pudimos salvarte?”.
Hasta el momento, solo se sabe que el menor fue estrangulado antes de ser lanzado al horno y quemado.
Mujer confunde dulces con “cuetitos” y sufre lesiones en la boca al explotarles
Una madre que comió FUEGOS ARTIFICIALES en miniatura después de confundirlos con un caramelo ha quedado con heridas desgarradoras.
De acuerdo con los informes de The Sun, los fuegos artificiales que comió Lisa Boothroyd fueron unos Fun Snaps, los cuales contienen una pequeña cantidad de polvo explosivo dentro del papel que los envuelve, razón por la que la mujer nunca sospechó de ellos.
Después de comprar los “dulces”, Lisa Boothroyd llegó a casa y se metió unas cuantas piezas de ellos en la boca; cuando los mordió, todos empezaron a explotar sin que ella pudiera detenerlos. La mujer sufrió graves quemaduras químicas en los labios y encías, y la fractura de un diente.
Lisa sintió tanto ardor durante semanas, que no pudo comer ni dormir por casi un mes. Después de varias visitas al médico y una gran cantidad de analgésicos fuertes, las quemaduras empezaron a sanar; ahora solo espera una cita con el dentista para tratar la fractura.
Tras arrepentirse por no ser cuidadosa y haber confundido los fuegos artificiales con dulces por no leer la caja, Lisa Boothroyd se siente agradecida por no haber dañado a ningún niño.
“Sigo pensando en lo que podría haber pasado si se los hubiera dado a un niño, podrían haberle volado la boca"
Lisa culpó a la tienda por el descuido, ya que, según cuenta, los Fun Snaps estaban junto a muchos más dulces. Ante la acusación, gerentes de la tienda anunciaron a los clientes que retirarían toda clase de pirotecnia y productos peligrosos para los niños de la sección de caramelos.
Con información de La Neta Noticias