A pesar del temor que se tenía por la llegada del huracán Delta, por fortuna no se reportan mas que daños materiales a la zona, ya que a la pronta reacción de las autoridades al evacuar a las personas en áreas mas vulnerables logro saldo blanco.

El huracán Delta tocó tierra el miércoles justo al sur del centro turístico mexicano de Cancún como una tormenta de categoría 2 extremadamente peligrosa, derribando árboles y dejando sin energía a lo largo de la costa nororiental de la Península de Yucatán, pero sin informes inmediatos de muertes o lesiones.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en Miami dijo que las imágenes de satélite, los datos de radar de Cuba y las observaciones de superficie en México indican que el centro del Delta llegó a tierra alrededor de las 5:30 a.m. hora local, sosteniendo vientos máximos de 110 mph (175 kmh).

El oficial de defensa civil Luís Alberto Ortega Vázquez dijo que no había informes inmediatos de muertes o heridos, pero que el Delta había derribado unos 95 árboles y había dejado sin electricidad a partes de Cancún y Cozumel. Ortega dijo que alrededor de 39.000 personas habían sido evacuadas en los estados de Quintana Roo y Yucatán, y que alrededor de 2.700 personas se habían refugiado en refugios contra tormentas en los dos estados.

«Lo difícil ha sido la espera», dijo Ana Karen Rodríguez de Monterrey. Ella y una amiga llegaron a Cancún el martes por la mañana y por la tarde fueron trasladados al refugio. Ella dijo que el hotel lo había planeado bien. «Ha sido bueno. Me siento cómoda en realidad».

A lo largo del día martes, la situación parecía grave para este tramo de la costa mexicana.

El Delta había aumentado su fuerza en 80 mph en sólo 24 horas, y sus vientos máximos llegaron a 145 mph (230 kph) antes de debilitarse al acercarse a la costa. Sin embargo, los pronosticadores advirtieron que seguía siendo una tormenta extremadamente peligrosa, con una marea de tormenta que amenazaba la vida y que podía elevar el nivel del agua entre 2,7 y 4 metros, junto con olas grandes y peligrosas e inundaciones repentinas tierra adentro.

Miles de residentes y turistas de Quintana Roo se refugiaron en refugios del gobierno. Se había ordenado a todos que salieran de las calles a las 7 p.m.

Las evacuaciones de las zonas bajas, las islas y la costa se expandieron al explotar el Delta sobre las cálidas aguas caribeñas frente a la costa. Gran parte de la zona hotelera de Cancún fue despejada mientras los huéspedes eran transportados en autobús a los refugios del interior. Sólo en Cancún, el gobierno abrió 160 refugios.

Los funcionarios de turismo del estado dijeron que más de 40.000 turistas estaban en Quintana Roo, una fracción de lo que normalmente estarían allí. El daño del Delta se suma a meses de bloqueo inducido por la pandemia que ha devastado la industria turística del estado.

En el Centro de Convenciones de Cancún, 400 turistas de hoteles y propiedades de alquiler se alojaron para pasar la noche.

«Esperamos que en este lugar estemos seguramente mucho más seguros», dijo la Secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas. «Esta es una estructura que ha resistido otros huracanes».

Se pronosticó que Delta pasaría varias horas azotando la Península de Yucatán antes de entrar en el Golfo de México y que se convertiría en una tormenta «considerablemente más grande» antes de golpear la costa del Golfo de los Estados Unidos. La gente en Louisiana o Mississippi debe prepararse ahora para que los vientos huracanados empiecen a golpear sus costas el viernes, aconsejó el centro de huracanes.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo que se esperaba que Delta tocara tierra allí el viernes por la noche o el sábado por la mañana y que todo el estado está en la posible ruta de la tormenta. Los funcionarios estatales y locales de las zonas costeras estaban apuntalando los diques, colocando sacos de arena y tomando otras medidas de protección, dijo.

Louisiana todavía se está recuperando del huracán Laura, que asoló la región suroeste al llegar a la costa como una tormenta de categoría 4 en agosto. Más de 6.600 evacuados de Laura permanecen en hoteles de todo el estado, principalmente en Nueva Orleans, porque sus casas están demasiado dañadas para regresar.

México puso al comandante de su marina a cargo de la respuesta federal. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el martes que 5.000 tropas federales y personal de emergencia estaban disponibles en Quintana Roo para ayudar en los esfuerzos de la tormenta.

Juan Carlos Ávila llegó al refugio del Instituto Tecnológico de Cancún con su esposa Joselyn, embarazada de siete meses, y su hijo de tres años, Alexander. Dijo que el martes por la noche el personal los había puesto cómodos y parecía bien preparado.

La familia, que vive en Miami, había estado en Cancún una semana y ya había pasado por la tormenta tropical Gamma, que empapó la zona durante el fin de semana.

«Prácticamente hemos vivido en tormentas durante nuestra estancia aquí en Cancún», dijo Ávila.

Con información de Alerta Geo.