Imelda Hernández, una enfermera de 58 años de edad se encuentra enfrentando está dura batalla contra el coronavirus desde hace 50 días.
Asignada a la clínica 55 del IMSS en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, la enfermera contrajo el virus en su área laboral, ha estado aislada junto con sus 3 hijos quienes también dieron positivo.
Todo esté tiempo ha vivido con el temor que su estado de salud empeore. Al diagnosticarle el virus no presentaba síntomas, pero uno de sus hijos si tuvo fuertes dolores de estómago que tuvieron que hasta tomar medicamento relajante para poder dormirlo.
No hubo calentura, gripe ni dolor de cabeza para el resto de la familia, pero está semana Imelda a presentado dolor de espalda y el pecho oprimido.
Mantiene la calma pese a que médicos le han dicho están adquiriendo modelos de tratamientos usados en otros países por qué acá en México los tomó por sorpresa.
Esperando que en la quinta prueba que le realicen en un laboratorio diferente pueda salir negativo.
Imelda señala que a pesar de qué se dice que el virus ya no es transmisible en su cuerpo por la cantidad de días que tiene con él, no desea regresar a a trabajar el miedo al rechazo de sus compañeros así como volver a ser agredida por derechohabientes como ocurrió al inicio de la pandemia cuando fue bañada en cloro por un sujeto qué la persiguió hasta antes de llegar a su domicilio.
Con información de Debate.