Redacción
La odontóloga Laurie Ann
Ximénez-Fyvie contó en la columna de Federico Arreola cómo se contagió de
Covid-19, pues fue cuando promocionó su libro “Un daño irreparable. La criminal
gestión de la pandemia en México”.
Aquí la columna:
La doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie,
directora del laboratorio de genética de la UNAM —cuenta, por cierto, con un
posgrado en Harvard— publicó un libro durísimo para cuestionar a Hugo
López-Gattel. Mucho se ha comentado tal obra de la científica mexicana a quien
se aplaude o se cuestiona en función de si la gente que analiza su trabajo
simpatiza o no con la 4T.
Así que no me voy a detener en
las tesis principales de la autora. Lo que me ha llamado la atención del libro
Un daño irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México es el
capítulo final “Sin lugar para heroínas” en el que narra su experiencia como
paciente de covid-19.
La científica se contagió a
finales de octubre de 2020, cuando redactaba su libro. Muy mala noticia para
ella, porque padece obesidad y esclerosis múltiple, esto es, pertenece a los
grupos de alto riesgo. Afortunadamente superó la enfermedad con un tratamiento
muy oportuno en su casa.
Lo interesante del caso
—interesante para los lectores, “patético y miserable” para la doctora Ximénez—
es la forma en que ella se contagió… ¡en una entrevista con Adela Micha!
El equipo de Adela invitó a la
científica a expresar sus opiniones sobre Hugo López-Gatell en el sitio de
internet de la conocida periodista, La Saga. Lo cuenta en su libro Laurie Ann
Ximénez-Fyvie: “El 27 de octubre de 2020 asistí al estudio de Adela Micha, para
participar en su programa”.
Por la forma en que la doctora
Ximénez narra la historia en su libro, queda claro la producción del programa la
obligó a asistir, es decir, no le permitieron que su participación se diera por
videollamada.
Ella tomó un Uber —después de
meses de no moverlo, su coche estaba sin batería—, pero el chofer se perdió;
para encontrar la ruta dio demasiadas vueltas, pero pudo llegar al estudio en
el que la esperaba Adela. Ahí empezaron los problemas.
Todo el equipo de la
periodista traía cubrebocas. Pero ya frente a las cámaras ni Adela ni otros
tres invitados portaban la mascarilla. La doctora se sentó con la suya bien
puesta.
El problema es que la señora
Micha —desde luego, con la autoridad que le daba ser la conductora del
programa— le pidió a Laurie Ann Ximénez-Fyvie quitarse el cubrebocas.
Contra sus convicciones,
presionada por tan importante figura de la TV, la científica se quitó la
mascarilla. Sigue arrepentida de haberlo hecho. La doctora acepta que fue un
error suyo y de nadie más. Debió ser terca y no aceptar la instrucción de la
famosa entrevistadora, pero no mostró la decisión que se necesita para ser un
tanto majadera frente a una anfitriona que fácilmente puede ser considerada una
celebridad en México.
Hora y media conversaron sobre
los errores de Hugo López-Gatell. ¡Hora y media! Admite Ximénez que todos en el
estudio de Adela Micha fueron irresponsables, especialmente ella que tanto ha
insistido en que nadie se retire el cubrebocas en espacios cerrados.
“Al terminar el programa,
conversé unos minutos con Adela Micha, cara a cara”, ha contado la científica.
Adela le dijo a su invitada: “Sé que no debería, pero te voy a dar un abrazo”.
¿Por qué una mujer tan informada como la señora Micha puede actuar con tanta
ligereza?
Eso fue un martes. El viernes
le informaron a Laurie Ann Ximénez-Fyvie que Adela Micha había dado positivo a
covid.
El lunes siguiente la doctora
amaneció con los peores dolores de cabeza de su vida, cuerpo cortado,
febrícula, escalofríos “y un cansancio insaciable”.
De inmediato se puso en manos
de médicos especialistas. Su oxigenación llegó al 82% y buscó un tanque de
oxígeno. Pero “no había ni uno disponible”. Afortunadamente se recuperó.
Supongo que Adela Micha ya se disculpó con Laurie Ann Ximénez-Fyvie. Estoy
seguro de que una periodista honorable como ella ya lo hizo.
Con información de SDP
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