Era un amante de la naturaleza y un divulgador de la vida silvestre de su país, Costa Rica , a través de sus redes sociales. Pero a Ulises Corrales Barrantes , más conocido como Moyo , de 38 años, ese amor por lo agreste le jugó una mala pasada y el último martes por la mañana lo encontraron muerto en una reserva natural costarricense. Todo indica que lo había mordido una serpiente.
Desgraciadamente, el guardabosques lo encontró sin vida el pasado 16 de junio. El cuerpo estaba boca abajo, con un bolso y un palo que le habría servido de bastón, así como con una serpiente terciopelo muerta atrapada entre sus manos. Por este motivo es que la primera hipótesis del motivo de su fallecimiento es que fue mordido por la víbora.
De acuerdo con el medio local, La Nación, se piensa que en sus últimos momentos de vida se preocupó más por el animal, pues pudo haberla matado para evitar que lo siguiera atacado, pero regresar con ella a la ciudad para así conseguir que le aplicaran un suero antiofídico y volviera a reaccionar.
Aunque era común que el costarricense se internara en la reserva para hacer sus videos y observaciones, esta vez no avisó que se quedaría todos tantos días. En consecuencia, sus familiares dieron parte a las autoridades y estas comenzaron a buscarlo hasta dar con el cadáver en estado de descomposición.
Por ello, es probable que haya fallecido no mucho después de que llegara al bosque montañoso. Moyo se se consideraba a sí mismo un ecólogo, aun cuando no tenía título académico, pues dedicó su vida a la observación de la naturaleza y a la conservación de entornos silvestres. Dendrobates era una reserva que visitaba desde niño y que conocía a la perfección.
Con información de SDP Noticias.