Redacción
A un mes de conocer el desenlace
en el caso del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, ante la justicia
estadounidense por nexos con el narcotráfico, más revelaciones salen a la luz
pública.
El escritor y periodista Jesús
Lemus Barajas, señaló que la relación entre Calderón y el crimen organizado,
basado en testimonios de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”,
lugarteniente del cártel de los Beltrán Leyva, era cercana e, incluso, tenía un
vocero intermediario entre Presidencia y los cárteles.
“Ahí yo señalo claramente (su
libro “Los Malditos”) cómo “El Grande” también se reconocía muy cercano a
Felipe Calderón y a García Luna. Y él era el vocero prácticamente oficial de la
Presidencia de la República hacia los cárteles de las drogas, cuando se quiso
hacer una gran estructura criminal que atendiera las instrucciones directas del
presidente”, puntualizó.
Cabe mencionar que Villarreal
Barragán actualmente es testigo protegido en EE.UU. y podría ser uno de los
principales acusadores de García Luna en su proceso penal, indicó el escritor.
“Si “El Grande” dice lo que en su
momento me dijo y yo lo confirmé y lo consigné en el libro de “Los malditos”,
si “El Grande” señala esa postura de cómo García Luna lo buscaba para ser
intermediario con el narcotráfico, creo que esa declaración llevaría sin duda a
Felipe Calderón ante un juzgado federal en EE.UU.”, destacó.
Jesús Lemus Barajas pasó tres
años y cinco días encerrado en el penal de máxima seguridad de Puente Grande,
Jalisco, al ser “víctima de venganzas desde el poder” y de la “vorágine de
Felipe Calderón que acusaba a todos de narcotraficantes para eliminar enemigos
políticos”, según comentó a CNN en 2013.
Mientras realizaba una
investigación, el periodista fue secuestrado por la policía y acusado
falsamente de pertenecer a una célula criminal en Michoacán, lo que le costó
ser sentenciado a 20 años de prisión —10 por narcotráfico y 10 por “fomento al
narcotráfico”— mediante un proceso lleno de fallas de origen y sin prueba
alguna, además que sus tres abogados fueron asesinados, por lo que tuvo que
llevar solo su propia defensa y apelación, pues ya no hubo quien quisiera tomar
el caso.
“Y eso es lo que a mí me da la
posibilidad de salir a la calle otra vez, totalmente absuelto sin ningún
cargo”, rememoró vía telefónica para este medio.
Finalmente, aseguró que “no nos
hemos rajado, desde que salí de la cárcel comencé a ver que ya había pocos
espacios realmente para hacer diarismo y periodismo, y es por eso que me he ido
inclinando un poco más hacia el periodismo de libros (…) y ahí caben más
denuncias, porque muchos medios, los grandes medios tradicionales en el país,
aun los que se dicen más abiertos, pues tienen intereses particulares con los
poderes fácticos: Iglesia, empresas, empresarios, grupos económicos, políticos…
y eso de alguna forma coarta la libertad de expresión”.
Con información de Revolución 3.0