El dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, volvió a estar en el centro de la controversia luego de su entrevista con la periodista Carmen Aristegui, donde lanzó fuertes acusaciones contra Morena y defendió su patrimonio en Campeche.

Durante la conversación, Moreno acusó al partido gobernante de ejercer un “terrorismo de Estado” impulsado —según dijo— por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Afirmó que ha presentado denuncias ante organismos internacionales como la DEA y el FBI, al sostener que existe una “red de corrupción” operada desde las instituciones del Estado mexicano.

El líder priista también abordó los señalamientos de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien anunció la expropiación de predios presuntamente ligados a su familia. Moreno calificó esa acción como una “persecución política” y aseguró que ha ganado todos los litigios al respecto. “Quieren hacer creer que los terrenos son míos, pero eso es falso”, sostuvo.

Asimismo, el priista reconoció la importancia de los medios de comunicación para su partido y recordó que el retorno del PRI a la presidencia con Enrique Peña Nieto fue posible gracias a una “gran estrategia de comunicación”, aunque negó que hubiera manipulación mediática.

Tras la difusión de la entrevista, usuarios en redes sociales criticaron a Aristegui por ofrecerle un espacio al dirigente tricolor y acusaron a Moreno de emprender una campaña mediática para limpiar su imagen, luego de aparecer en distintos programas y medios en los últimos días.

Las declaraciones del líder priista reavivaron el debate sobre el papel del PRI en la escena política nacional y su estrategia de cara a los próximos procesos electorales.