Durante el paso de la tormenta tropical en Manzanillo, el guardavidas Armando se encontraba surfeando en Playa La Boquita cuando el mar comenzó a mostrar toda su fuerza. Entre el viento, la lluvia y el rugir de las olas, escuchó algo que rompió el sonido del oleaje: gritos de auxilio.

Un joven había sido arrastrado por la corriente en la desembocadura de la laguna, sin posibilidad de regresar por sí mismo. En cuestión de segundos, Armando reaccionó, se lanzó al rescate y logró ponerlo a salvo.

Gracias a su experiencia y entrenamiento como guardavidas, la historia tuvo un final exitoso.

Durante tormentas o mar de fondo, no pongas tu vida en riesgo. Respeta las banderas de seguridad y sigue siempre las indicaciones de los Guardavidas.