La científica mexicana Laura Xóchitl Cruz ha creado un dispositivo capaz de producir música utilizando sonidos generados por plantas, y actualmente ofrece conciertos en Querétaro, una ciudad ubicada en el centro del país.

Laura, ingeniera en Biosistemas graduada de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), dedicó años a investigar cómo el sonido influye en el crecimiento y desarrollo de plantas y polinizadores. Durante su investigación, descubrió que las plantas también pueden “hacer” música.

En una entrevista con EFE, la investigadora explicó que comenzó a trabajar con lechugas, exponiéndolas al ruido que producen durante su crecimiento.

“Después de finalizar ese experimento en la Universidad Autónoma de Querétaro, me di cuenta de que los dispositivos utilizados en ese estudio podían servir para escuchar la música de las plantas”, narró Cruz.

Este descubrimiento la ha llevado a ofrecer conciertos y experiencias inmersivas en varios estados del país, fomentando la ciencia y creando una conexión y conciencia entre la naturaleza y las personas.

El dispositivo que transforma plantas en música

El dispositivo consiste en electrodos que se conectan a las hojas de la planta. “Al colocar los electrodos en la planta, se puede escuchar su ‘voz’”, explicó.

“Cuando tocas la planta, el sonido cambia, y si te colocas los electrodos, el sonido varía según la persona. Vivir esa experiencia, interactuar con la planta y ver cómo funciona en vivo, cambia significativamente la percepción que las personas tienen de la naturaleza”, añadió.

Estos sonidos son impulsos eléctricos internos de cada planta que, al ser procesados, se vinculan con sonidos de instrumentos, creando música.

Cruz desarrolló un procesador que interpreta estos impulsos eléctricos y los conecta con sonidos específicos de instrumentos. “Desarrollé el dispositivo porque era muy difícil adquirir uno del extranjero hace unos 10 años, y traerlo a México era aún más complicado”, comentó.

Innovación en la agricultura mediante el sonido

Paralelamente, Cruz trabaja en una técnica para complementar la agricultura con el uso de sonidos. El objetivo es reemplazar implementos costosos, como drones polinizadores, por mecanismos basados en sonidos que promuevan el crecimiento de las plantas y beneficien a los polinizadores naturales.

“Las frecuencias utilizadas son cruciales y deben ser específicas según el objetivo. Esto se relaciona con los decibeles, la intensidad del sonido y el tiempo de exposición”, concluyó.

Con información de El Imparcial