La mandataria del Estado de México, Delfina Gómez, enfrentó la situación de inseguridad que se presentó el viernes en el sur del estado como deberían hacerlo los gobernantes de este país: asumiendo responsabilidades, actuando de inmediato y dando la cara al pueblo. 

Para evitar especulaciones, acompañada de autoridades estatales y federales, rindió un informe acerca de los sucesos en Texcaltitlán, donde la ciudadanía confrontó a un grupo armado. Ojalá y se siga su ejemplo de salir ante los medios, sobre todo cuando se necesita dar certidumbre a sus gobernados.

Delfina Gómez actuó con transparencia y rapidez ante los hechos, no los negó, ni los quiso minimizar y muchos menos esconder. Aceptar el problema y tomar cartas en el asunto es lo que se requiere para resolver. 

Evidentemente, el problema es heredado y en vez de echar culpas al pasado, Delfina asumió la situación y se dice en camino de solucionarla. 

Asimismo, la maestra Delfina Gómez, agradeció al gabinete de seguridad federal la ayuda que se brindó a la población en Texcaltitlán, donde murieron 14 personas en un enfrentamiento entre habitantes y presuntos integrantes del crimen organizado. La mandataria dijo que se debe procurar la cooperación entre su administración y el gobierno federal para brindar seguridad. 

Y así lo entiende Rosa Icela Rodríguez, a quien “le mando un saludo por el apoyo que nos ha dado”. Protección Civil, Sedena, Guardia Nacional, Marina, Fiscalía, todos unidos por un bien común: que estos hechos no se vuelvan a repetir.