Miriam Rodríguez: la madre buscadora que desafió a Los Zetas y cazó a los asesinos de su hija

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Miriam Rodríguez: la madre buscadora que desafió a Los Zetas y cazó a los asesinos de su hija

Miriam Rodríguez: la madre buscadora que desafió a Los Zetas y cazó a los asesinos de su hija ZMG /Miércoles, 10 de mayo del 2023




Lo que es un día de fiesta y celebración para algunas, es una fecha de lucha y resistencia para Miriam Rodríguez, la madre buscadora asesinada a balazos un 10 de mayo en su domicilio de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, tras seguir el rastro de su hija Karen Alejandra, quien había sido secuestrada en 2014 y sus restos aparecieron tiempo después. Por sus propios medios acechó uno a uno a los asesinos y los encarceló. 

Pese a dar con el paradero de los responsables del delito contra su hija, Rodríguez no abandonó la causa que había asumido. Miriam se convirtió en activista e impulsó una red nacional de familiares que buscan a las decenas de miles de mexicanos desparecidos en la última década por el crimen organizado, además de la corrupción que azota a las instituciones del país. 

Ella sabía que su vida corría peligro y las amenazas de muerte eran una constante en su vida cotidiana. Y es que en marzo de 2017, tres de los presos acusados por el asesinato de Karen Alejandra se fugó de prisión. Pese a que ella alzó la voz y pidió seguridad por todos los canales oficiales, fue ultimada a balazos el Día de las Madres. 

"No importa si me matan. Me morí el día que asesinaron a mi hija. Yo quiero terminar esto. Me voy a llevar a la gente que le hizo daño a mi hija y ellos me pueden hacer lo que quieran", dijo en su momento Miriam Rodríguez Martínez 

Vestida de encuestadora logró información

Karen Alejandra, de 20 años, desapareció en 2014. Ella se encontraba arriba de un vehículo cuando un comando armado le bloqueó el paso. Se la llevaron y tras varios intentos de rescate, haciendo que su madre Miriam ofreciera grandes cantidades de dinero, los sujetos terminaron con su vida. Desde ese momento, algo dentro de la madre la hizo buscar justicia y tener un objetivo: llevar a todos tras las rejas. 





Armada con una pistola, tarjetas de identificación falsas y varios uniformes, ella sola se convirtió en un equipo de detectives que desafiaba a las autoridades y al crimen organizado, quien en ese entonces era escenificado por Los Zetas y el Cártel del Golfo, ambas organizaciones tenían una disputa. 

Rastreaba, investigaba y ejecutaba. La mitad de los responsables estaban en prisión pero no por las autoridades, sino porque ella los había perseguido por su cuenta. Uno de los aspectos más impactantes fue cuando Miriam decidió cortarse el pelo, se lo pintó y se hizo pasar como encuestadora o funcionaria electoral para conseguir nombres y direcciones. Se relacionó con abuelas y primos, quienes sin saber le brindaban detalles de los asesinos. 

Todo lo registraba, lo apuntaba en una libreta que guardaba en un maletín negro, junto a su computadora portable. Era una obsesión por encontrar justicia. Conocía sus hábitos, sus lugares de origen y hasta escenas de su infancia. Uno de los involucrados en el caso de su hija, según reveló la madre buscadora, antes de ingresar a las filas de Los Zetas había vendído flores. Cuando fue por su paradero, él volvió al oficio. Lo atrapó en el paso fronterizo de Texas y fue arrestado. 

En menos de 4 años capturó a toda la pandilla de secuestradores que trataban de rehacer su vida. Uno estaba dedicado a la religión cristiana, otro a la venta de autos, uno era taxista y una mujer era niñera. En total logró atrapar a una decena de criminales vinculados al crimen. 

La fuga que le costó la vida 

En marzo de 2017, se registró una fuga de 20 presos del Penal de Ciudad Victoria, en Tamaulipas, entre los que se encontraban los asesinos de su hija. Luego de semanas de perseguir a uno de sus últimos objetivos, fue asesinada a tiros frente a su casa en San Fernando. Su esposo, que estaba mirando la televisión, la encontró boca abajo, con la mano en su bolsa junto con la pistola. 

Una camioneta Nissan que llevaba a tres de los hombres que se habían escapado de la cárcel se acercaron a ella por detrás. Dispararon en al menos 13 ocasiones, de acuerdo con reportes periciales. En unos meses dos de los culpables fueron detenidos y un tercero abatido en una balacera. 

Luis Martínez, hijo de Miriam, tomó las riendas de los colectivos de búsqueda que creó su madre, sin embargo, comentó en una entrevista con The New York Times que el asesinato de su madre le ha dejado una gran lección: pide justicia solamente hasta cierto punto. 


Con información de Heraldo De México.