La policía detuvo a un grupo de ladrones que se dedicaban a robar caballos para venderlos como carnitas a taquerías de Monterrey, Nuevo León.

En su testimonio los sujetos admitieron que la carne fue distribuidora en diversos restaurantes de la zona

Según el informe policiaco, fue el propietario de los caballos quien denunció a los ladrones que traficaban con el negocio “de las carnitas” estilo Michoacán.

Los delincuentes fueron detenidos “en una zona poco transitada” en el kilómetro 79+500 del Periférico, a unos 20 kilómetros del rancho que habitaban los animales.

El grupo delincuente robaba y sacrificaba a los caballos para obtener toda la carne posible

“Los destazaban y extraían la materia para distribuirla por las diversas taquerías del estado de Monterrey”, dijo la policía.

Uno de los ladrones fue identificado como Jesús “N”, de 39 años de edad. En tanto, su cómplice, responde al nombre de Ernesto y es menor de edad.

Los delincuentes utilizaron herramientas caseras para liberar a los animales y después se ayudaron de cuchillos de carnicería para destazar a los equinos.

Además la policía les aseguró objetos como una segueta, un afilador y unas pinzas, pruebas que refuerzan la investigación de la autoridad municipal.

Se informó que en el sitio donde fue detenido el par de ladrones, se encontraron varias osamentas de caballos y artículos comunes en las carnicerías.

“Robaban caballos de rancherías en la autopista al Periférico, los sacrificaban, luego los destazaban para venderlos en carnitas a diversas taquerías, cuatreros finalmente ya fueron detenidos por la policía de Cadereyta”, informó el periodista Ray Elizalde.

Una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontró ADN de caballo en muestras de carne obtenidas en territorio mexicano.

Por ello, existe probabilidad de que mercados y puestos de comida como taquerías, ofrezcan carne de estos animales sin advertir a los comensales.

Con información de Plumas Atómicas