En declaraciones expresadas durante la firma de un Convenio Marco de Colaboración con Pemex, el cual tiene el objetivo de coordinar las acciones necesarias en la lucha contra la corrupción, así como para fortalecer y adoptar medidas en materia de prevención y combate de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y financiamiento al terrorismo, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez señaló que Petróleos Mexicanos (Pemex) fue brutalmente saqueado durante la etapa neoliberal.

el funcionario aseguró que ese mal uso de los recursos generados con la extracción y comercialización de los hidrocarburos fue posible por el régimen político que se dedicó a ampliar y reproducir un Estado corrupto, como se dio en el caso conocido como Pemexgate, mediante el cual transfirieron fondos de la paraestatal para la campaña priísta en el año 2000, que “no eran 500 millones de pesos, perdónenme, lo que se robaron fueron mil 100 para la campaña priísta, todo sacado a través del sindicato” y que el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) “les dio 50 por ciento de descuento” en el pago de la multa. “Así fue, es la verdad, no hay que olvidarlo, no es la institución inmaculada, nunca lo fue, viví allí, conozco sus movidas”, reafirmó.

Pero no solo eso, sino que en el Ministerio Público se declaró que no había daño patrimonial a la petrolera y, encima, hubo dos convenios con el sindicato, uno para que este último devolviera el dinero sustraído y otro para que Pemex se lo regresara. “Todo desde el poder se puede hacer así. Todas son engañifas, cosas así tan burdas.

Y, mientras tanto, “Todo lo que se ha hecho bajo la administración actual seguirá siendo motivo de discrepancia, nada es consolidable si no hay una defensa permanente, sistemática, militante, tratando de eludir las concesiones que atentan contra el proyecto que se trata de llevar a cabo”.

Pero, a pesar de que sobrevive la “idea mexicana conservadora” de luchar del lado de las compañías extranjeras, como lo hicieron patente durante el debate sobre reformas al sistema eléctrico, “la defensa de la industria petrolera nacionalizada, del Pemex al servicio de la patria y su proyecto original, es una lucha vigente y requiere que todo el gobierno en su conjunto la vigile”.

Y es que, debido a que “Pemex no es un organismo público cualquiera, es central porque tiene que ver con la economía nacional, con el ingreso público, con la industrialización, el desarrollo, con la ingeniería propia y muchísimos aspectos de la vida de México”, la deuda petrolera debe ser considerada enteramente del gobierno.

Por su parte y en el mismo evento, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza aseguró que la colaboración ya se venía haciendo de manera informal y ahora se oficializa, por lo que “Estamos en la mejor disposición de compartir absolutamente toda la información que se requiera, ponerla a disposición de la UIF”.

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