José Woldenberg, ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) aseguró que la auténtica transición democrática de México se vivió entre 1977 y 1997, pues las “evidencias están a la vista”, ya que dijo, se pasó de un sistema monopartidista a un sistema plural de partidos, y se transitó a elecciones “altamente competidas”.

Sin embargo, se lamentó de que un amplio sector de la sociedad no aprecie el trabajo al que precisamente él contribuyó, durante su paso por esa institución.

“Vivimos una auténtica transición democrática e incluso las libertades se ampliaron, las libertades de expresión, de manifestación, eso lo vivimos todos y creo que ahí están las evidencias, y sin embargo vale la pena preguntarse, ¿porqué eso que fue un tránsito venturoso no es apreciado por franjas muy importantes de la sociedad?”, comentó.

Él mismo se respondió: “La economía no creció con suficiencia, lo cual hizo que millones de jóvenes que se incorporaban al mercado de trabajo no encontraran un horizonte venturoso, las desigualdades que marcan nuestra convivencia social prácticamente quedaron intocadas. Yo creo que esa es la falla estructural más fuerte de nuestra vida en común, y si a ello le sumamos los fenómenos de corrupción por un lado, y por el otro la expansión de la violencia criminal en las diferentes zonas del país, pues podemos quizá entender porque para franjas muy relevantes de ciudadanos, el cambio democratizador significó poco o nada”. 

No obstante el mea culpa por la desigualdad ocasionada por los gobiernos neoliberales, Woldenberg acusó a López Obrador de una embestida de su Gobierno para destruir las instituciones, que dijo, le dieron el triunfo en el 2018.

“Lo que me llama la atención es que hoy quien más se ha beneficiado de ese cambio político de nuestro país, sea quienes están impulsando la destrucción de muchas instituciones que lo hacen posible, es decir, ¿quienes son los mayores usufructurarios de este arreglo institucional? Sin duda alguna el presidente y su partido que hoy gobiernan al país y gobiernan 20 estados de la República y llama la atención que esas reglas y esas instituciones con las cuales llegaron al gobierno, insisto, de manera legal y legítima, hoy sean agredidas precisamente por los usufructuarios del poder político en México”. 

El ex presidente del IFE entre 1996 y el 2003, presentó en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara su nueva obra, La democracia en tinieblas, que forma parte de un trilogía dedicada a analizar las acciones de AMLO y su Gobierno de la 4T.

En la presentación, lo acompañaron el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) Ciro Murayama, y el economista Ricardo Becerra. Ambos lanzaron severas críticas hacia el mandatario, aunque fueron muy cautelosos en ni siquiera mencionarlo por su nombre.

Murayama leyó un texto que traía consigo en el que enumeró las  presuntas agresiones de AMLO hacia las instituciones, de acuerdo con lo que el propio Woldenberg escribió en su obra. 

“Las descalificaciones hacia organizaciones de la sociedad civil, las de defensa de los derechos humanos, recursos naturales, activistas contra la corrupción y asociaciones que tienen desde enfermedades infantiles hasta mujeres violentadas”, dijo.

En su turno, Ricardo Becerra, afirmó que Woldenberg analiza lo que autores han detectado en Turquía, Hungría, Estados Unidos, y Brasil, que es documentar el “desmantelamiento de un montón de instituciones, de un montón de piezas que pues han forjado bien, regulado mal, una cierta vida democrática en México”.

Becerra interpretó que el Gobierno de AMLO, al igual que otros regímenes, es un experimento social que cancelan las libertades en nombre de la igualdad. 

“Woldenberg es muy consciente de que no hay experimento social, no hay ensayo social, no hubo en el siglo XX ningún proyecto, programa, gobierno, coalición que pudiese lograr la igualdad sin libertad, es decir, el experimento soviético, los experimentos populistas, ahora mismo en marcha, por ejemplo en Cuba o por ejemplo en Venezuela o por ejemplo en Nicaragua que cancelan las libertades en nombre de la igualdad, pues no llevan ni a la libertad ni a la igualdad”, dijo.

Según la obra de Woldenberg, resumida por Murayama, la reducción de la pobreza entre 1990 y 2018 avanzaba, “a paso lento, pero avanzaba”, y tras la llegada de AMLO a la Presidencia de la República la tendencia se ha revertido, pues el país tenía 51.9 millones de pobres a 55.7 millones en 2020.

“Casi 4 millones de pobres adicionales en sólo dos años y en pobreza extrema el aumento fue de 8.7 a 10.8 millones, es decir, más de 2 millones de personas adicionales”.

Al final, cuando Woldenberg se aprestaba a concluir, alguien del público levantó la mano para formularle una pregunta. El ex presidente del INE evidenció molestia y cortó de tajo:  “No hay preguntas, discúlpeme, nos están corriendo, discúlpeme, déjeme terminar”.

Con Información de Polemón.