Claudia Sheinbaum se mantiene absorta en su labor como jefa de Gobierno de la capital del país. Los acontecimientos políticos que la rodean, -como la consulta popular del domingo pasado-, le arrebatan un momento de su atención, pero inmediatamente retoma las riendas de los proyectos, programas y acciones que está decidida a implementar en el menor tiempo posible. La suya parece una carrera contra el tiempo, un afán por recuperar la gran ciudad que la pandemia de covid-19 han puesto a prueba. 

Sheinbaum es seria, no es una política emocional y evade la “grillas huecas” que le pudieran generar desgastes innecesarios. Tiene un trato respetuoso con la prensa y le gusta hablar a través del trabajo. Las obras que ha entregado en estos tres años superan con creces lo hecho en toda la administración de Miguel Ángel Mancera. 

La jefa de gobierno de la Ciudad de México se ha caracterizado por un estilo discreto y directo. La más reciente encuesta levantada en la capital por El Universal la pone como favorita para ser la carta fuerte de Morena en el 2024, un hecho histórico per se, en un país que aún navega en el mar del machismo más tradicional. Sin embargo, Claudia se mantiene enfocada en los temas sustanciales de su agenda. 

Sheimbaum mantiene un ritmo vertiginoso, como lo ha hecho desde el inicio de su administración. En días recientes ha supervisado personalmente el modelo de vacunación y atención hospitalaria por covid-19 que se implementa en la capital, ha entregado las 2 líneas de Cablebús, ha atendido a las a víctimas del accidente de la línea 12 del Metro y lejos de ocultarlo, ha insistido en el esclarecimiento del caso y en la reactivación del servicio. 

Recientemente entregó obras en la 4ª sección del bosque de Chapultepec y en los Humedales de Xochimilco y Tláhuac, con una visión de sustentabilidad ambiental y social; una tarea que la ciudad tenía pendiente desde hace décadas y que se relegaba para una mejor ocasión.  Así pues, las cartas de Sheimbaum están puestas sobre la mesa, lejos de la estridencia mediática de otros liderazgos políticos, la jefa de gobierno habla todos los días a través del trabajo sistemático, el orden y la claridad administrativa de un gobierno que sabe hacía donde quiere ir. Sheimbaum es un buen modelo para las y los gobernantes locales de Morena que tienen y tendrán aspiraciones políticas en el 2024. La fórmula es simple: más trabajo menos grilla.