Artesanas de Oaxaca denuncian PLAGIO de sus diseños por parte de una marca de lujo

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Artesanas de Oaxaca denuncian PLAGIO de sus diseños por parte de una marca de lujo

Artesanas de Oaxaca denuncian PLAGIO de sus diseños por parte de una marca de lujoZMG /Miércoles, 7 de abril del 2021



La cooperativa de artesanas afirmó que todos sus trabajos son ajenos a la marca Púrpura Mixteco, además desmintió trabajar para dicha empresa.

Se ostentan como productores socialmente conscientes, siendo en realidad revendedores de textiles de nuestra región» denunciaron.

Tixinda es una cooperativa de artesanas de Oaxaca que denunciaron que la marca de lujo Púrpura Mixteco revende sus prendas y además dice que ellas trabajan para la marca.

Por otro lado, la cooperativa de artesanas reclamó que algunos diseños pertenecen a su presidenta Amada Sánchez, sin embargo, están posteados como prendas únicas de la marca de lujo.

Un punto a considerar es que la marca incluso plagió el material fotográfico que se encuentra en las redes sociales de Tixinda.

Tixinda identificó las prendas vendidas a personas de Púrpura Mixteco, pero señalaron que jamás pidieron permiso para revenderlas como parte de una marca de lujo.

Esta situación es un ejemplo más de las prácticas extractivistas que explotan la labor y el conocimiento de los pueblos originarios y afrodescendientes» se lee en el comunicado.

La cooperativa condenó los actos de la marca de lujo porque afectan los trabajos de las artesanas y artesanos mexicanos.

Asimismo, le recomendaron a otras comunidades de artesanos que estén al pendiente de cualquier acto parecido para evitar ser víctimas de prácticas parecidas.

Tixinda añadió que los costos a los que se publican las prendas en Púrpura Mixteco son demasiado elevados y no siguen la idea de un comercio justo.

En la tienda en línea de Púrpura Mixteco se pueden encontrar huipiles y vestidos bordados por las artesanas con un valor superior a los 10 mil pesos mexicanos.

Para finalizar con la denuncia, Tixinda desplegó una serie de peticiones para erradicar con el problema generado con la marca de lujo.

La primera consiste en que Púrpura Mixteco indique la procedencia de todas y cada una de las prendas que tienen a la venta.

La segunda exige que se dé a conocer la identidad de quienes realizaron y diseñaron las prendas.

Además de una aclaración por parte de la empresa donde esclarezcan que Amada Sánchez no trabaja directamente con ello

Otras dos peticiones es la remuneración justa para las artesanas de las prendas revendidas, así como el retiro de las fotografías plagiadas.




Zara lo hace de nuevo: plagia el diseño de bordados de artesanas de Chiapas:

María Méndez tiene 39 años y aprendió a bordar desde los siete gracias a su mamá. Desde entonces hace blusas con bordado estilo rococó, margaritas, nudos, crucetas o cadenas en el telar de cintura pero apenas gana 150 pesos por prenda. Por eso, dice, nunca ha sentido que su trabajo sea valorado. “Cuando alguien viene y te regatea ya no quieres hacerlo, pero por la necesidad tienes qué hacerlo”, contó.

Ella es originaria de Aguacatenango, una comunidad del municipio de Venustiano Carranza de Chiapas, donde 8 de cada 10 personas se encuentra en situación de pobreza. Fue por eso que cuando unos empresarios chinos llegaron a comprarles blusas, no importó que les pagaran poco y el trabajo fuera mucho.

Se llevaron los diseños para replicarlos en forma masiva, denunció.

Cada vez que María y las 20 mujeres que trabajan en conjunto en la comunidad, se enteran que otras marcas plagian sus bordados sienten tristeza. “Sólo vienen para el beneficio de ellos mismos. Por eso no podemos salir a delante”, narró.

Una de esas marcas es la española Zara que incorporó al mercado una chamarra con el bordado tradicional de la comunidad de Aguacatenango. Se trata del segunda ocasión que la empresa utiliza textiles tradicionales sin tomar en cuenta a las artesanas, en 2016 lo hizo con una blusa de la misma comunidad.

Se trata de un plagio y una muestra de que a estas marcas “no les llega el mensaje de que tienen que ser respetuosos con las comunidades”, aseguró Adriana Aguerrebere, directora de la organización Impacto, encargada de vincular a productores y consumidores para generar comercio ético.

Animal Político solicitó una postura al respecto a la marca Zara, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Éste no es el primer caso de plagio. Sólo entre 2012 y 2017 ocho marcas internacionales han plagiado los bordados de artesanas mexicanas, según una revisión de la organización Impacto, pero la lucha parece inagotable.

Zara es una muestra de estas tendencias donde el consumidor reclama autenticidad, pero al robar el arte colectivo resulta incongruente. “Las empresas simplemente ven un beneficio económico. Al dejar atrás el beneficio social de desarrollo integral de comunidades donde ellos son dueños del conocimiento colectivo, también dejan atrás el enfoque de beneficios sociales, ambientales, integrales de desarrollo de las diferentes comunidades tanto de México como del mundo”, advirtió Aguerrebere.

En otros casos como ocurrió con un plagio de la marca Mango se pudo revertir el abuso luego de que una legisladora envió una carta a la compañía, sumado a la presión social en redes. La marca quitó la blusa del mercado y ahora existe la intención de desarrollar un proyecto con artesanas Oaxaca a partir de este incidente.

Con información de Regeneración.