Una mujer llamada Sandra del Pilar se encuentra en una prisión de Bogotá, Colombia, pagando una condena de casi 14 años de cárcel por haber robado un pollo asado de un supermercado para alimentar a su hijo, debido a que en ese momento su familia atravesaba por problemas económicos y no le alcanzaba para pagarlo.

Según el testimonio que dio la mujer al canal colombiano City TV, cometió el robo del pollo asado hace varios años después de recibir una llamada del colegio de su hijo, donde le avisaron que el niño se había desmayado y ella supo que fue por hambre porque tenían semanas sin alimentarse bien.

En compañía de su hijo y su esposo, Sandra acudió a un supermercado y se comieron un pollo asado sin pagarlo, pero cuando ya se iban del establecimiento, fueron abordados por los guardias de seguridad y los trasladaron a una comisaría, donde permanecieron varias horas detenidos.

Meses después del incidente, Sandra y su esposo emprendieron un negocio de venta de desayunos y posteriormente comenzaron a hacer banquetes para fiestas por lo que su situación económica mejoró, pero cuando pensaban que lo peor ya había pasado, se vieron envueltos en un conflicto en el que intervino la policía. 

Cuando los oficiales les pidieron sus documentos para revisas sus antecedentes, se dieron cuenta de que tenían pendiente una condena de 13 años 8 meses por usar menores de edad para delinquir, delito que les fue imputado después de haberse comido el pollo asado que no pagaron, y se los llevaron detenidos.

Actualmente, Sandra del Pilar tiene 52 años de edad y ya ha cumplido 4 años de su condena. Dentro de la prisión se desempeña como profesora, además, se convirtió en representante de Derechos Humanos para ayudar a otras reclusas que se encuentran en la cárcel El Buen Pastor; aunque ha intentado que le reduzcan la pena, no lo ha logrado.

Su esposo se encuentra en otra prisión, acusado del mismo delito, pero ha presentado varios problemas de salud por lo que Sandra teme que no salga vivo de ahí. Su hijo ahora ya tiene 17 años de edad y continúa a la espera de que sus padres salgan de la cárcel. 

"Si mi esposo sale vivo de la cárcel es un milagro(...)Cuando el amor es verdadero hasta las malas cosas las supera porque no tenía un matrimonio bonito, lo tengo. Yo todavía no voy a pasar un solo día en que no luche por mi libertad porque no se me hace justo que yo esté aquí", afirmó.