En el municipio de Jaén, España,ocurrió un episodio vergonzoso y "etílico" para la Iglesia Católica. Se trata de un sacerdote de la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, que se subió a dar misa en estado de ebriedad y no pudo disimularlo.

Los hechos se suscitaron en plena práctica litúrgica, cuando el clérigo, que de por sí hablaba lento y arrastrado, de pronto se le salió un eructo. Quizá el hecho habría quedado en solo una embarazosa anécdota y no contaba con que uno de los asistentes a la iglesia estaba grabando el momento con su teléfono celular.  

A raíz de dicho video, se causó un escándalo de tal magnitud, que el sacerdote llamado Juan Rubio, tubo que renunciar a su cargo, mientras que la diócesis de Jaén se vio orillada a emitir un pronunciamiento público informando que el padre se disculpó por lo que sucedió. 

Así mismo, se informó que el padre Rubio, asistirá con especialistas en adicciones debido a su alcoholismo, pues el mismo sacerdote refiere que es una enfermedad que muchas otras veces ya le ha ocasionado problemas.

"Muestro mi decisión firme de ponerme en manos de profesionales que puedan ayudarme a superar la situación personal en la que me encuentro, confiando en que pueda restablecerse lo antes posible" expresó el padre Juan Rubio.

Al aparecer la comunidad está decepcionada y sorprendida, pues el padre Juan Rubio además de ser un sacerdote querido, también era conocido por editar una revista.

Las opiniones de los usuarios se dividieron entre los que les pareció un momento jocoso y los que señalan una conducta negativa que no se le puede permitir a alguien que trabaja con confamilias. 

“Sería bueno un acompañamiento de la diócesis para seguir de pie el tratamiento al cura”, señaló un usuario.