Carlos Loret de Mola apuesta por hacerse pasar como el mártir del próximo sexenio, acusa que está siendo atacado por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador a causa de que ha levantado la voz en su contra. En reciente entrevista con Adela Micha, se quejó de que se ataque a su esposa por ser parte de una consultoría que recibió contratos millonarios del gobierno de Peña Nieto, tan solo uno de ellos de más de 400 millones de pesos.
Sin embargo, lo que verdaderamente pasa es algo que Loret por sí mismo inició. Él fue el que comenzó a golpear a López Obrador con "chismes" y mentiras. primero contra César Yáñez, luego contra la Consulta Ciudadana, posteriormente difundiendo un supuesto crack de la economía y, finalmente, contra el hijo de el presidente electo.
En reciente entrevista con Adela Micha, Loret de Mola acusó al gobierno de perseguirlo, de inventarle cosas, de “pegarle” vía su esposa. Acusó a Andrés Manuel directamente:“¿Cuál es el objetivo?, minarte, sí es una instrucción clara, orquestada desde el gobierno electo para injuriar, calumniar a un periodista y hacerlo por la vía de la esposa, que ni "vela" tiene en el entierro”.
La verdad es que esto forma parte de una estrategia del comunicador que tiene el objetivo elevar sus "bonos" en Televisa y en su programa radiofónico de Radio Centro, que nomás no prende. Loret ve en este cambio de gobierno las "aguas revueltas" perfectas para hacer ruido, convertirse en mártir y ganar protagonismo.
Sin embargo, algo que hay que dejarle claro a Loret es que él no se parece en NADA a Carmen Aristegui, ni en su forma de hacer periodismo, ni en su calidad moral y mucho menos en la forma en que fue atacada por el gobierno de Peña Nieto.
Hay que recordarle que con Peña Nieto se le olvidó ser una voz crítica, más bien se convirtió en una voz cómplice, aplaudidora y condescendiente. No más, pero tampoco menos.
Retomando las palabras de Gómez Naredo, Loret de Mola más que parecerse a Carmen Aristegui, se parece más a Carlos Marín o a Ricardo Alemán.