A pesar de que el triunfo de Felipe Calderón, su esposo y aliado fue puesto en duda en las elecciones presidenciales del 2006, a quien la entonces oposición acusó de haber cometido un fraude electoral, Margarita Zavala asegura que la democracia está hoy “en riesgo” ante la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.
Zavala, quien decidió bajarse de la contienda en plena campaña electoral a la Presidencia, acusa al gobierno actual de ser autoritario y usar los programas sociales con fines clientelares, lo cual desde su percepción atenta contra el futuro de México.
La ex candidata presidencial que hoy busca junto con su marido el ex Presidente Felipe Calderón, formar un nuevo partido político llamado “México Libre”, lamenta que “no haya respeto desde el poder” y que los “ataques” del actual Presidente de México vayan dirigidos no hacia ella o su esposo, sino a la “ciudadanía organizada”.
“Sin duda nos tienen miedo, pero no a nosotros dos (Margarita Zavala y Felipe Calderón), sino tienen miedo de una participación organizada; porque he sido clara, esto no es en razón de mi persona, ni mucho menos de un movimiento para mi candidatura que me descartó, sino va más allá un modelo aspiracional de lucha por las libertades; además, quien no es demócrata, ve siempre con recelo a quien es competencia”, aseguró al medio de comunicación.
Margarita Zavala fustigó también al nuevo gobierno porque según ella. en términos económicos “todas las perspectivas están a la baja”, aunque aceptó “habrá una mejora de ingreso”.
Al final de la entrevista, la ex Primera Dama dejó abierta la posibilidad de que México se “convierta en Venezuela”.
“¿Somos o no Venezuela? No es un asunto de que seamos un país o no, hay temas de condición humana, de consecuencias lógicas, si hay quien tenga un poder y no hay un contrapeso, si dejamos pasar las cosas, dejamos que se polarice, la consecuencia es como pasó en Venezuela.
Hay algo que corre a nuestro favor o a nuestra contra, nosotros sí supimos lo que pasó en Venezuela, y es reciente; no es acordarse como lo que pasó a Cuba. Nosotros sí lo estamos oyendo, llevamos cuatro años de hablar de ella y sigue cayendo, aunque ahorita sí hay esperanza, jurídica y constitucionalmente. Sí puede pasar, pero es una condición humana y política”.
Con información de Polemón.