La falsificación de firmas de al menos cinco funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) habría permitido desviar más de 600 millones de pesos en convenios con universidades, como parte de la denominada Estafa Maestra.
De acuerdo con el diario, la rúbrica de José Antolino Orozco, titular de la Unidad de políticas Planeación y Enlace Institucional de Sedatu, fue utilizada en dos convenios con la Universidad Politécnica de Chiapas por 206 millones de pesos.
Armando Saldaña, director General de Ordenamiento Territorial habría firmado con la Universidad Politécnica de Hidalgo “Francisco I. Madero” por 187 millones de pesos.
La firma de Enrique González Tiburcio, subsecretario de Ordenamiento Territorial, también la usaron en un convenio con la universidad hidalguense por 185.8 millones de pesos.
La de José Manuel López Arroyo, coordinador de asesores del subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda fue falsificada en ampliaciones de convenios con una Universidad de Comalcalco .
Al igual que la firma de Javier Arrambide en convenios con una universidad de Quintana Roo de los que no se especificaron los montos.
La investigación periodística ubicó que uno de los presuntos “centros de falsificaciones de firmas”, una casa que desde hace 10 años utiliza un ex oficial mayor de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), de Rosario Robles, Emilio Zebadúa, para distintas actividades durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Con información de Regeneración.