Mal y de malas empezó el sexenio Carlos Slim Helú. El gobierno de AMLO lo tiene en la mira y el consejo empresarial ve la oportunidad para empujar al empresario más rico de México.
Ayer en la mañana, Manuel Bartlett acusó a algunas empresas globales y a un grupo de ex funcionarios públicos mexicanos de haber perjudicado a la Comisión Federal de Electricidad.
El director de la CFE informó que la empresa que dirige está obligada a pagar la renta de siete gasoductos que no han entrado en operación, a pesar de que han costado, desde 2015, 62 mil millones de pesos.
En su intervención, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, por las buenas, se renegociarán los contratos que tienen Grupo Carso, IEnova y Transcanada con la CFE.
Es una lástima que al menos una de tales compañías, Carso, del poderoso Carlos Slim, haya dicho en un comunicado que no va a renegociar nada, ya que la construcción que realiza de un gasoducto en el norte del país se frenó porque la obra se ha interrumpido en 16 tramos debido a factores que son responsabilidad del propio gobierno. Por ejemplo, dice Carso, en uno de los tramos el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, de la Secretaría de Hacienda, no ha dado acceso a uno de sus terrenos para continuar con el trabajo.
Carso, pues, pide “respetar” la ley y la adjudicación de la obra que se dio en una licitación pública internacional. Y no acepta nada que no sea exactamente eso.
Slim ya le mandó decir al director de la CFE, licenciado Manuel Bartlett: “Francamente, querido, me vale una chingada lo que hagas”.
Si la cancelación de las obras del nuevo aeropuerto en Texcoco, en las que también participaba Slim, se dio sin mayores protestas de los contratistas afectados, parece ser que los contratos de la CFE con algunas empresas no se renegociarán sin antes entrar en complicados litigios que el gobierno de López Obrador puede ganar, pero que también puede perder.
Con información de SDPNoticias.