El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se ha enfocado en desmantelar la red de más de 50 empresas offshore que fueron constituidas en los gobiernos del PRI y del PAN, generando múltiples y suntuosos gastos y actos de corrupción, pese a que no tienen ni oficinas ni empleados.
Una sociedad offshore suele ser una empresa que se registra en un paraíso fiscal donde no realiza actividad económica, con la intención de evadir el pago de impuestos en los países de donde son.
Cabe mencionar que de las 51 empresas de este tipo que el gobierno de Enrique Peña Nieto heredó a AMLO, 26 ya fueron desaparecidas entre diciembre de 2018 y los primeros días de enero, bajo la dirección de Octavio Romero Oropeza
Ahora buscarán cerrar otras 15 en los próximos meses, pero existen 10 empresas que no podrán ser desmanteladas en el corto plazo, pues están ligadas a proyectos productivos de Pemex y sus subsidiarias, así como a contrataciones de deuda en mercados internacionales que aún se están pagando, explicaron los funcionarios.
Sobre el tema, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el pasado 24 de enero que “Pemex Internacional requiere una revisión a fondo, porque incluso llegó a ser independiente del Estado mexicano, funcionaba como una empresa privada sin control, sin que tuviese que rendir cuentas”.
Explicó también que del Grupo PMI no sólo le preocupa la refinería que se tiene en sociedad con la empresa trasnacional Shell, en Estados Unidos, sino que la compra del combustible no era transparente, por lo que poco a poco se irá haciendo.
Con información de Polemón.