Después de tres años de la polémica entrevista de Kate del Castillo y Sean Penn a Joaquín Guzmán Loera, la reconocida actriz pudo pisar suelo mexicano, y regresó con una serie de declaraciones que resultaron demasiado fuertes, en especial para ciertas figuras políticas.
Kate ofreció una conferencia de prensa, en la que leyó un documento en el que se deslindó de las acusaciones en su contra, referentes a supuestas relaciones con el crimen organizado.
Asimismo, señaló a Enrique Peña Nieto de encabezar una persecución política en su contra y finalmente defendió sus derechos humanos como mujer y figura pública.
“Fui víctima de una persecución penal, injustificada e ilegal. La PGR (Procuraduría General de la República) filtró información a los medios de comunicación y provocaron un juicio mediático que afectó mis derechos al presentarme ante la sociedad como delincuente, violando mi presunción de inocencia".
Estableció que el gobierno federal inició una "cortina de humo" que tenía como "propósito distraer la atención de los mexicanos de los problemas reales del país como la corrupción, el caso de Ayotzinapa y la baja popularidad de Peña Nieto".
No tengo nada qué ocultar, no cometí ningún delito y fui víctima de una persecución política. El Estado me persiguió y me atacó
"Si vengo a México hasta ahora es por la desconfianza que teníamos mis abogados y yo al anterior gobierno de México. Deseamos que le vaya bien al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. De antemano le agradezco sus buenas intenciones sobre mi personas. En cuanto al juicio de Guzmán no he sido llamada a testificar ni por la defensa ni por el departamento de justicia, sólo conozco la información difundida por los medios", dijo.
Además, habló sobre Sean Penn, a quien acusó de haberla traicionado con el tema de la entrevista, pues habría fungido sin su conocimiento como un informante para el gobierno sobre los movimientos y ubicación de El Chapo.
En cuanto a Peña Nieto, Kate acusó al exmandatario de haberla perseguido utilizando como excusa la entrevista con fines únicamente periodísticos para hundirla.
También dijo que tal injusticia en su contra ocurrió luego de que ella hablara sobre la Casa Blanca, la matanza de Ayotzinapa y otros eventos similares que involucraban al gobierno de Peña.
Kate del Castillo solicitó públicamente una indemnización por haberla vinculado injustificadamente con el narcotráfico:
Me difamaron, me causaron y siguen causando afectaciones a mí y a mi familia (…) Fui dañada en mi honor y reputación; perjudicaron mis actividades profesionales y no podía volver a mi país por miedo a ser detenida por el Gobierno de México”.
Finalmente, Kate del Castillo deseó lo mejor para el presidente Andrés Manuel López Obrador y, entre lágrimas, manifestó su deseo de pasar estas fechas con su familia en paz y llena de amor.
Con información de El Universal y Excélsior