Recientemente, Greenpeace acusó que proveedoras de aceite de palma de la empresa Mondelez han desaparecido 70 mil hectáreas de selva tropical en Indonesia entre 2015 y 2017, dicha área coincidiría con el hábitat del orangután en 25 mil hectáreas.
Tras un comunicado, la organización ambiental acusó a la fabricante de las galletas Oreo, Ritz y las barras Cadbury de promover la deforestación, así como de contratar a proveedores que explotan niños para trabajar, explotación de trabajadores, deforestación ilegal, incendios forestales y acaparamiento de tierras.
Mondelez obtiene gran parte de este aceite de palma insostenible de su proveedor Wilmar International, el comerciante de aceite de palma más grande y sucio del mundo.
Cabe mencionar que Mondelez defiende que el aceite de palma que compra anualmente, en torno a 300.000 toneladas, está certificado por la Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible, sello más conocido por las siglas RSPO.
Ante la acusación de la organización, Mondelez se defendió de las acusaciones bajo el argumento de que desde 2014 emprendió un compromiso de "No deforestación, no destrucción de turberas y no explotación forestal", junto con la firma de la Declaración de Nueva York para erradicar la deforestación de bosques.
Pero todo sigue igual. Es indignante que, a pesar de haber prometido hace casi diez años limpiar su cadena de suministro de aceite de palma, Mondelez todavía este comerciando con destructores de los bosques. Mondelez sabe que sus proveedores, con Wilmar Internacional a la cabeza, no le están asegurando que su aceite de palma no procede de la deforestación y la destrucción del hábitat de los orangutanes.
Con información de La verdad Noticias.