El corte de agua que duraría 72 horas se amplió a casi una semana, un récord histórico. La protagonista de esta historia, una pieza de ingeniería llamada “K invertida”. Una falla en esta tubería provocó el retraso en las obras de reparación del sistema Cutzamala.
Se trata de unos tubos que conectarían cuatro frentes de las líneas de abastecimiento de agua proveniente de la planta; sin embargo, tras 150 horas de trabajos, ya no funcionó.
La falla de la “K invertida” acaba con años de preparación, desde finales del sexenio de Felipe Calderón y una inversión de 500 millones de pesos, y que busca la interconexión entre la antigua línea de alta presión que llevaba agua a la capital con la nueva que se acaba de construir.
Esta pieza de 180 toneladas y tres metros de diámetro aseguraría la interconexión entre ambas líneas. Pero, cuando el servicio intentaba restablecerse, la presión hizo que la “K invertida” se desplazó cuatro centímetros, lo que causó que se detuvieran las máquinas.
Para restablecer el suministro de agua, personal de la Conagua colocó de nueva cuenta los tubos antiguos que quitaron inicialmente para asegurar el funcionamiento de la Línea 1.
Tras analizar si se arreglaría, la Conagua decidió retirar la pieza, por lo que se echó por la borda el trabajo y se retrasó aún más el servicio.
Sin embargo, los análisis técnicos vendrán después, existen dos opciones para explicar el fallo: un error en el diseño o en el montaje. Pero el futuro de la “K invertida” sigue en el aire y dependerá del próximo gobierno quien decida lo que se realizará.
En tanto, las dos bombas del Cutzamala operan sin contratiempos, y comienza a llenarse los tubos de reparto a la CDMX y Zona Metropolitana, por lo que se espera que este miércoles se reactive el servicio de agua.
Con información de El Universal.