En la actualidad, del noreste al sureste del Golfo de México se realiza la volumétrica ordeña de combustible, con la colaboración directa de empleados de la petrolera. Así lo ha identificado el área de inteligencia de la Secretaría de la Marina Armada de México (Semar) y esta información forma parte de un informe interno clasificado como “confidencial” fechado en julio de 2018, al que tuvo acceso Newsweek en Español, y cuyo contenido fue constatado también por diversas fuentes de la Semar que actualmente realizan una sigilosa investigación interna sobre el ilícito y que dieron detalles sobre sus pesquisas y hallazgos.
En cada atraco los delincuentes sustraen miles de litros que comercializan dentro y fuera de México con apoyo de compañías navieras establecidas legalmente. Utilizan barcos abastecedores y buques que realizan maniobras de apoyo logístico a la industria petrolera, y también pesqueros que incluso están afiliados a cooperativas pesqueras locales.
Su destino es el mercado negro en México, pero el combustible también se lleva a Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
La refinería Francisco I. Madero es el principal centro de abasto ilegal de combustible a los huachicoleros náuticos, es decir, es el principal centro de ordeña del combustible que se trasiega vía marítima.
La investigación que lleva a cargo el área de inteligencia de la Semar, parte de la cual se asienta en un informe interno clasificado como “confidencial” y que se identifica como “Trasiego de combustible”, documenta el siguiente modus operandi:
Personal de Petróleos Mexicanos en el área marítima coordina con los capitanes de barco la entrada de sus buques a los muelles de Pemex en las refinerías. Una vez que el barco atraca en los muelles, ingenieros y trabajadores de la empresa petrolera conectan el buque a sus ductos para bombearles el combustible.
Los buques zarpan de Ciudad del Carmen con destino al puerto de Ciudad Madero, Tamaulipas. La travesía dura entre 60 y 63 horas para cruzar los 741 kilómetros o 460 millas náuticas que hay de puerto a puerto. Está programado que los barcos ordeñadores deben ingresar a puerto entre las 21:00 horas y las 24:00 horas, tiempo en que la oscuridad ha caído por completo en el Golfo de México. Al amparo de la noche es que se realizan las maniobras de ordeña con mayor facilidad.
Si se utiliza un barco pesquero, estos tienen como base los puertos de San Francisco de Lerma y Campeche.
Los huachicoleros utilizan Isla de Lobos, en Veracruz, para guarecerse del mal tiempo o de los ocasionales patrullajes. También ahí suelen aguardar la orden de la hora precisa en la que pueden ingresar a los muelles de Pemex. La orden, según indica el informe clasificado de la Semar, les llega directamente de empleados de la petrolera.
Un atraco u ordeña de combustible vía marítima supone entre seis, siete y hasta ocho días de travesía dependiendo de las condiciones climatológicas. Para los delincuentes se ha vuelto un negocio tan redituable y bien estructurado que, cada semana, tienen barcos zarpando de ida y vuelta. En cada viaje ordeñan entre 600,000 y 800,000 litros de combustible, equivalentes a 30 y hasta 40 pipas.
Para encubrir sus ilegales cargas utilizan facturas apócrifas del SAT o clonadas de originales que les son entregadas por áreas contables de Pemex.
Con información de Animal Politico.