El invierno que se le viene a Xóchitl

OPINIÓN

El invierno que se le viene a Xóchitl

El invierno que se le viene a XóchitlZMG /Miércoles, 24 de enero del 2024



Por Guillermo Elias Treviño

El punto de quiebre no llegó para Xóchitl Gálvez, 60 días de precampaña se fueron literalmente a la basura. Las encuestas son consistentes, la ventaja de Claudia Sheinbaum es apabullante en todas, claro, menos en la encuestadora que pertenece al asesor de Xóchitl.

Sheinbaum se ha mostrado ante el electorado como alguien con capacidadexperiencia y con un proyecto claro del rumbo que debe seguir el país. Empresarios, inversionistas, empleados, pensionados, jóvenes, mujeres y los más pobres de este país tienen un lugar en el proyecto de Claudia Sheinbaum. Todas y todos ellos ya tienen certeza de que por ahí es, de que por ahí hay que continuar.

Por el contrario, Gálvez dejó en el camino más dudas, y desencanto que certezas e ilusión. Todos hemos sido testigos de ello. Me sorprende escuchar en los círculos “fifís” a los que todavía tengo acceso el desgano y enojo que les produce su candidata, la luz de esperanza que ellos ven se fundamenta en que Andrés Manuel ya se va. Pero no hay nadie que acepte jugársela por Xóchitl, hacer campaña por ella, defenderla, marchar codo a codo con su candidata.

Los partidos que la acompañan le dan atole con el dedo, “que se rasque con su uñas, nosotros vamos por las pluri”, dicen a sus espaldas. Ella lo sabe. Llevada de la mano por Claudio X, Xóchitl apuesta a la estridencia, a las denuncias y a la negación sistemática de la realidad. Quien tenga un poco de experiencia en campañas políticas, sabe que por ahí no es. Sobretodo porque el país camina en el rumbo correcto, la economía boyante, la inversión no cesa, la pobreza disminuye, la violencia a la baja, las grandes obras de infraestructura ya permean con conversaciones positivas en todos los sectores de la sociedad.














No hay duda de que ha sido duro para Xóchitl, se le ha criticado descarnadamente. Ni modo, así es esto de la política, quien aspira a esos niveles debe pasar por esa dura aduana. Ha sido más duro para ella porque no era la indicada, no tiene preparación, visión ni presencia para ser presidenta de México y el Pueblo lo ve claramente.

Sin embargo, lo más duro para Xóchitl vendrá después de la elección, después del fracaso, será ahí que sus ahora aliados le darán la espalda y la culparán de la catástrofe. A ella, a su familia y al señor X. El invierno está por caerle a Xóchitl, un frío que no vendrá desde el poder, vendrá desde la necesidad de sus ahora aliados por exhibir a un culpable de la derrota.