Por H. E. Cavazos Arozqueta 

El día de ayer, a eso de las seis y media de la tarde, uno de los principales aspirantes a intelectual orgánico del pronto frustrado régimen lopezobradorista, Álvaro Delgado, publicó en su cuenta de Twitter que a punto estaba de estallar “[...] otro escándalo de corrupción que implica(ba) a @RicardoAnayaC (sic)”.

Momentos después, comenzó a circular en la red social referida un vídeo en el que presuntamente se liga al candidato de la coalición Por México al Frente con el tal Barreiro. Posteriormente, los medios de comunicación tradicionales y el duopolio televisivo atrajeron el contenido y, aunque nunca se revelaron fuentes ni se corroboró la autenticidad del mismo, le dieron publicación en los principales noticieros vespertinos en cadena nacional.

Hasta el momento, la nota no es tendencia. Porque la gente está harta de la misma cantaleta, de la misma gata, pero revolcada. Ya no es creíble el mismo cuento, que se les cayó en la PGR, en los medios de España, y se les volverá a caer, si es que esta vez levanta un poco.

Lo anterior resulta curioso; en primer lugar, porque pareciera ser que entre MORENA y Presidencia existe un vínculo tan claro y tan real como el que hay con el periódico Reforma; si no cómo iba a ser posible que tanto previo a la publicación de la encuesta cuyos números más favorecen a Andrés Manuel, como antes de que se pusiera en circulación el vídeo contra Anaya, en ambas ocasiones la información le fue filtrada ya sea a voceros de la campaña o a periodistas militantes del Movimiento Regeneración Nacional. 

No cabe duda que la nueva embestida en contra de Ricardo Anaya viene desde el gobierno federal. Al igual que al inicio de este proceso electoral, constante y reiteradamente envilecido por el Estado, los ataques se entienden como reacción visceral a las manifestaciones vertidas por el candidato presidencial del Frente en el sentido de que una vez que tome posición, se acusará e investigará al presidente de la República por actos de corrupción, y de resultar culpable, el actual mandatario iría a la cárcel. Esta posición la reiteró hace unos días en la Ibero. Por eso volvió a desatarse la guerra sucia en su contra.

Me parece una atrocidad que el PRI-Gobierno se involucre de manera tan cínica como ilegal en las elecciones. Por eso estoy con Anaya. Pero en esta ocasión no por la candidatura o el proyecto, sino por las libertades y la dignidad. Repudio total a la ignominia que significa este gobierno, por autoritario y corrupto, por envilecer el proceso electoral y pactar con AMLO apelando a la impunidad

Lo que no entienden en Los Pinos es que a estas alturas, la vileza y la calumnia solamente fortalecen la candidatura de Anaya Cortés, que aunque no ha tejido acuerdos cupulares para hacerse de la presidencia como otros, su compromiso como genuino opositor y demócrata real es con la gente. 

Sin Televisa ni TV Azteca ni los poderes fácticos ni el gobierno federal, ganará mi Chicken la Presidencia. Lo hará única y exclusivamente con el apoyo del sector más consciente y responsable del pueblo de México.

Hoy más que nunca reitero mi posición con el Frente, pues me siento tranquilo de que desde esta trinchera sigo combatiendo a los mismos males que tanto tiempo llevan aquejando a mi país.