El alcalde de un poblado rural de Bolivia fue encadenado en un cepo, una trampa para animales, por más de una hora. De acuerdo con los pobladores, el alcalde fue atrapado porque “no cumplió sus deberes con la sociedad”.
Javier Delgado, alcalde de San Buenaventura, fue encadenado de la pierna derecha por no cumplir diferentes compromisos con los pobladores, quienes manifestaron su inconformidad.
“Cuando hacemos un llamado a las autoridades no nos atienden con prioridad, algunas veces hasta nos ignoran”, declaró Fidel Daniel, un vecino de la zona, durante una entrevista realizada por un medio local.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el alcalde ya ha sido sancionado en dos ocasiones por la comunidad de San José de Uchupiamona por el supuesto incumplimiento de sus funciones.
Las imágenes del momento en el que la sociedad hace justicia por su propia mano fueron difundidas a través de redes sociales y en ellas se puede apreciar al alcalde implorando ser liberado.
Lo cierto es que los pueblos indígenas deBolivia se guían por el pensamiento “no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón” y su justicia está regida por el concepto de comunitaria.
El cepo no es una parte de la Justicia Comunitaria, pero en muchas ocasiones los pobladores, cansados de las injusticias, han llegado a linchar a los delincuentes.
La ley de Bolivia permite a las comunidades juzgar bajo sus propias normas los delitos menores, tales como robo de ganado o invasión de tierras. Sin embargo, los delitos más graves, son atendidos por la justicia ordinaria.
Con información de Zócalo y Página siete