Se llama Frida Sofía. Tiene 12 años. Y desde el martes 19 de septiembre a las 13:14 está atrapada entre los escombros de la escuela Enrique Rébsamen, donde estudiaba, tras el sismo de 7,1 en la escala de Richter que golpeó a México y que causó ya más de 200 muertos.
De acuerdo a una nota publicada por el diario El Universal, los rescatistas que trabajan entre los escombros de la institución están anonadados por su entereza: Frida no llora, no grita ni se desespera. Está debajo de una mesa de mármol en el salón de inglés del primer grado de secundaria y ahí aguanta el peso de la construcción y el miedo.
La primera vez que la niña dio señales de vida fue ayer después de las 9 de la mañana (11 hora argentina). Fue un sensor térmico el que la detectó. Después confirmaron que estaba allí con un escáner y con un perro entrenado, que recorrió la losa del piso. Una vez que la ubicaron con precisión, le acercaron una manguera con agua.
El operativo es complicado. Los socorristas escuchan su voz a oscuras a través de un hueco de apenas 45 centímetros. Uno de los hombres que trabaja en el lugar intentó acercarse pero no lo consiguió. Sí pudo hablar. "Mija, ya vamos por ti, tranquila, no te desesperes, estás bien, ¿hay alguien más contigo?", le dijo. "Tengo sed, estoy bien. No se tarde", respondió Frida.
Las primeras versiones apuntaron a que se trataba de una menor de entre seis y ocho años, identificada como Frida Sofía. Posteriormente, se aclaró que tendría entre 12 y 13 años, mientras su nombre se destacaba en todas las pantallas de la televisión local y era tendencia en las redes sociales.
"Ni la Marina ni policías federales ni yo hemos podido contactar ni a papás ni a ningún familiar de Frida Sofía", admitió Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, en entrevista con Televisa. Por ello, admitió que "quizá haya una confusión en el nombre".
En ese sentido, la escuela reportó que no hay ninguna alumna con el nombre de Frida Sofía, mientras que todas las Frida y Sofía ya habrían sido rescatadas o ubicadas, según medios locales. El dato, entonces, se presume que surgió de un error en la comunicación con los rescatistas.
Pese a ello, el misterio no solo abarca su identidad. Según agregaron las autoridades, no se ha presentado ninguna familia en el lugar que esté buscando a una menor con sus características, ni a los otras personas que permanecían atrapadas en el lugar. La niña habría dicho que hay otras cinco personas con vida a su alrededor, mientras los escáners térmicos habrían detectado al menos tres cuerpos, según informaron bomberos a la televisión local. El paradero de los parientes de estos desaparecidos es una interrogante aún sin respuesta.
"Estoy muy cansada", es lo que ha dicho la niña, que ya cumplió 40 horas bajo los escombros. La frase fue revelada por el almirante José Luis Vergara, quien coordina el rescate. El militar indicó que se ha conseguido hablar brevemente con la víctima y le han proporcionado agua y oxígeno. No obstante, aclaró que no se ha tenido contacto visual con la niña, sino solo infrarrojo y acústico con su voz. "Aguanta, pronto te sacaremos", son las frases de aliento que se le repiten.
Los trabajadores luchaban para llegar a la menor desde arriba después de romper una losa, si bien se mantiene otro acceso desde donde también procuran alcanzarla. "Todo indica que el corte que hicimos en la losa es lo que nos va a dar acceso de forma inmediata", explicó Vergara.
Hasta la noche del miércoles, los rescatistas estaban unos tres metros y medio por encima de la menor, quien se encuentra bajo una mesa de granito "y todo indica que eso le salvó la vida".
Con información de Excélsior