Los "Topos" de Tlatelolco es la agrupación que nació a partir del sismo del 86 y que aprendió entre tierra y vigas cómonsalvar vidas después de un sismo. A partir del 85 han visitado innumerables países luego de haber sido afectados por algún sismo representando a México en las tareas de rescate.
Los "topos" saben cómo funciona y opera eficientemente la ayuda a víctimas, lo han visto, lo han vivido. Por eso, su testimonio es revelador de lo que está sucediendo en Oaxaca con las victimas del sismo.
El portal de noticias digital de la Revista Proceso publicó el día de ayer algunas de las declaraciones realizadas por los integrantes de los "Topos" luego de haber estado en Juchitán, Oaxaca.
"Integrantes de la agrupación Brigada de Rescate Topos Tlaltelolco, mejor conocidos como los “Topos”, advirtieron que el gobierno federal está lucrando con los afectados por el sismo de 8.2 en escala de Richter que sacudió al Istmo de Tehuantepec Oaxaca, el pasado 7 de septiembre".
Según reportaron medios de comunicación locales, César Alberto Narváez Jarquín, coordinador de los “Topos” en Oaxaca, detalló que los 60 elementos de la agrupación que se presentaron para ayudar a los afectados abandonarán Juchitán –una de las localidades más afectadas por el sismo– tras denunciar que no recibieron apoyo de las autoridades locales.
El líder aseguró que, si bien los “Topos” son voluntarios, no hubo ningún acercamiento de funcionarios del estado.
"Nos vamos decepcionados. Los funcionarios andan más preocupados por la foto que por resolver los problemas causados por el sismo, la falta de agua, de víveres”, dijo y aseguró que, incluso, una funcionaria local les comentó que su ayuda “no era necesaria".
Por el contrario, Narváez Jarquín, quien también es segundo en el equipo de coordinador nacional, agradeció los alimentos y atenciones brindadas por los zapotecos habitantes de Juchitán, quienes “a pesar de ser muy humildes, nos dieron café y pan”.
Desde el pasado viernes 8, un día después del sismo, “Topos” de 10 estados de la República –entre ellos la Ciudad de México, Veracruz, Coahuila, Nuevo León y Guerrero– se presentaron para ayudar a las familias de Oaxaca.
“Dejamos un pedacito de nuestro corazón aquí en Juchitán. Nos vamos, pero de una cosa estoy seguro: de que Juchitán se va a levantar, la fuerza de su sangre zapoteca los va a levantar”, concluyó.
Con información de Proceso y Agencias.