En el Congreso de la Unión, los diputados y senadores únicamente trabajan seis meses y medio pues así se establece en la ley para los periodos ordinarios.
Los legisladores solo sesionan durante 195 días y los demás, 170, están en receso.
A pesar de tantos días de descanso, los diputados federales se llevan casi 150 mil pesos al mes por concepto de dieta y compensación, lo que, en un año, suma un millón 800 mil pesos.
En el Congreso de la Unión, cada Legislatura tiene la opción de sesionar dos periodos ordinarios en un año. El primero, comienza en septiembre y finaliza el 15 de diciembre de ese mismo año, y el segundo periodo, inicia en febrero y termina el 30 de abril próximo.
Con la calendarización establecida, los legisladores en México laboran en sesiones ordinarias los martes y los jueves durante los meses de septiembre, octubre, noviembre, la mitad de diciembre. Además de febrero, marzo y abril.
En mayo, junio, julio y agosto, los legisladores se encuentran en receso. A eso se suma la mitad de diciembre para que tengan sus vacaciones de fin de año, las cuales se prolongan también todo el mes de enero.
La Comisión Permanente entra en funciones durante los periodos de receso, de mayo a agosto, sesionan sólo los miércoles en el Senado de la República.
Además, durante los recesos, es común que las reuniones de las Comisiones Ordinarias sean escasas o incluso se cancelen por la ausencia de los legisladores que provoca una falta de quórum para realizar las sesiones.
Ante ello, ya se han presentado varias iniciativas para ampliar los periodos ordinarios y que los legisladores sesionen durante más meses y así puedan desahogar el mayor número de dictámenes.
Con información de Regeneración