Javier Duarte ya está en México. El polémico ex gobernador que se ha convertido en el emblema de la corrupción política, aterrizó este mediodía en la capital mexicana tras ser extraditado desde Guatemala, donde estuvo detenido tres meses. El político expulsado por el PRI en octubre pasado arribó al país en un avión privado de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) en medio de un estricto operativo de seguridad. El exmandatario será trasladado a una prisión y en su primera audiencia en territorio mexicano escuchará de un juez local las acusaciones que se le imputan, lavado de dinero y delincuencia organizada.
Duarte dejó esta madrugada su celda en el cuartel militar de Matamoros. El exgobernador presumió un rostro afeitado y sin la barba que lució en su última audiencia en Guatemala. Duarte había dicho que llegaría a México con la cara limpia y la frente en alto pues no ha cometido ningún delito. Las autoridades de Guatemala lo esposaron hacia las cuatro y media de la mañana para trasladarlo al aeropuerto internacional de La Aurora. Allí fue entregado a tres funcionarios de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
Duarte enfrentará en México las acusaciones integradas en tres causas penales y por las que podría ser condenado a 80 años de prisión. La PGR lo acusa de lavado de dinero y delincuencia organizada. “No cometí tales delitos y es mi deseo acreditarlo así ante el Poder Judicial de la Federción de mi país”, dijo el exgobernador el pasado 4 de julio, cuando aceptó ser extraditado ante el ministerio público de Guatemala por segunda ocasión.
Con información de El País