Un tiroteo en una tienda de un polígono industrial de Orlando (Florida) ha dejado seis muertos este lunes en torno a las ocho de la mañana hora local. Entre ellos está el tirador, un antiguo empleado que se suicidó tras cometer el ataque, según la policía del condado de Orange. Las autoridades han definido el suceso como "un trágico incidente". "No ha tenido nada que ver con actividades terroristas", ha aclarado el sheriff. El agresor, de 45 años, era un "exempleado descontento" despedido en abril.
Cuatro de sus víctimas -tres hombres y una mujer- murieron en el sitio y otro hombre falleció al llegar al hospital. En la tienda Fiamma, dedicada a la venta de toldos para caravanas, se encontraban otros siete empleados que no resultaron heridos. El asesino fue disparando por distintas partes de la tienda con una pistola. También llevaba un cuchillo, pero no se ha confirmado si lo utilizó. El asesino, cuya identidad aún no ha sido revelada, había sido acusado en 2014 de hostigar a otra persona en el trabajo pero entonces no se presentaron cargos contra é.
Shelley Adams, hermana de una de las trabajadoras de la tienda, ha contado a los medios que su hermana estaba en el baño cuando empezó a escuchar tiros. Sobrevivió. Al salir vio a un hombre tirado en el suelo. Por teléfono, le dijo a su hermana: "Mi jefe está muerto".
"Dios puso su mano sobre ella", añadió Shelley Adams.
Fuente: El País