En los últimos meses del sexenio de Enrique Peña, uno de los principales capos de la ordeña de gasolina en Puebla pactó con la PGR, al declararse culpable por un decomiso de armas y nunca fue acusado de robo de combustible.
Othón Muñoz Bravo, alias "El Cachetes", empresario poblano a quien se le vinculó con la venta de huachicol, negoció con la PGR una sentencia de sólo 3 años con 10 meses de prisión, una multa de 6 mil 416 pesos y los beneficios legales para no pisar la cárcel.
En agosto de 2017, en un operativo especial de la Marina se logró decomisar dos rifles AR15, un cuerno de chivo AK47, dos armas 9 MM, 6 vehículos blindados, metanfetaminas, cocaína, mariguana y cristal. Además dos gasolineras le fueron clausuradas. "Gracias a la coordinación entre la Secretaría de Marina y la Fiscalía General del Estado, se logró la detención de un importante líder dedicado al robo de combustible", celebró en aquella ocasión el entonces Gobernador de Puebla, el panista José Antonio Gali Fayad.
“El Cachetes” estuvo detenido algunos meses y en agosto pasado se acercó a la PGR, en ese entonces bajo la responsabilidad de Alberto Elías Beltrán, para negociar un procedimiento y declararse culpable por las armas que le aseguraron en su casa, pero que le dieran una pena mínima.
La terminación anticipada del proceso se prevé en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Según la sentencia, al empresario se le impuso las penas de 3 años 10 meses de prisión y multa de 85 Unidades de Medida y Actualización, equivalente esta última a 6 mil 416.65 pesos”.
Según el Poder Judicial de la Federación, “El Cachetes” se acogió al beneficio de la condena condicional, que está prevista para delitos que no tienen contemplada la prisión preventiva oficiosa, con penas menores a 5 años y sentenciados con buena conducta.
Nunca fue imputado penalmente de robo de hidrocarburos, pese a que se mencionó constantemente.
Con información de Bajo Palabra.